Mediante un comunicado, el equipo dirigido por Jimmy Vasser ha anunciado que, finalmente, no participará en la próxima temporada de la IndyCar. La salida de Kevin Kahlkoven, junto con el fracaso en las negociaciones con Carlin, han propiciado el fin del equipo.

Uno de los puntos calientes de esta silly season de la IndyCar Series era quién ocuparía el asiento del Chevrolet número 11 de KV Racing tras la marcha de Sébastien Bourdais a Dale Coyne. Lejos de anunciar a un piloto, las noticias relacionadas con el equipo hablaban de la posibilidad de que Kevin Kahlkoven, copropietario junto a Jimmy Vasser, podría retirar su aportación al equipo.

Los problemas económicos habían llegado y las únicas soluciones parecían la venta del equipo a Trevor Carlin, propietario de Carlin Motorsports, equipo de, entre otras categorías, Indylights; o la llegada de Pastor Maldonado junto al patrocinio de PDVSA.

No obstante, en las negociaciones con Carlin no se llegó a ningún acuerdo y el equipo anunció el pasado 16 de febrero que no tomará parte en la temporada venidera. Los bienes del equipo han sido finalmente vendidos a Juncos Racing, también equipo de Indylights, del cual se espera que podría inscribir dos monoplazas para la Indianapolis 500.

“Quiero agradecer a todos aquellos que han apreciado el esfuerzo de KV durante los últimos 14 años”, ha dicho Kahlkoven en el comunicado lanzado por el propio equipo. “Pese a todo, a mis casi 73 años, siento que no puedo aportar el esfuerzo y apoyo que los miembros del equipo merecen.”

Así, otro equipo histórico, que había competido desde 2003, ganó la Indy 500 en 2013 y por el que han pasado pilotos como Tony Kanaan, Takuma Sato o Will Power; abandona definitivamente la categoría. Esta salida implica también que la parrilla de la próxima temporada ya está cerrada, siendo finalmente 21 monoplazas los que participarán en todas las rondas.