El piloto británico de DS Virgin Racing ha ganado la sexta prueba del campeonato de la FIA Formula E por poco más de un segundo de ventaja sobre Lucas Di Grassi, quien ha realizado una carrera espectacular. André Lotterer ha completado el podio y Felix Rosenqvist ha abandonado tras chocar con el muro.
La salida era muy limpia pese a la estrechez de la pista y de la primera curva. Rosenqvist conseguía mantener su primera posición, Bird le cerraba la puerta a Evans, cuarto se situaba Lotterer y quinto era Turvey. Por su parte, el líder del campeonato, Jean-Eric Vergne era noveno.
Llegando al primer cuarto de carrera, Bird se encontraba a más de dos segundos de Rosenqvist, quien parecía que lo tenía de todo de cara para llevarse esta carrera fácilmente. Pero en la 17ª vuelta todo cambiaba.
Se producía un accidente múltiple que involucraba a varios pilotos y desde dirección de carrera se decretaba el virtual safety car, con lo cual todos los pilotos entraban para hacer el cambio de monoplaza. El accidente había sido entre Turvey y Heifeld, los cuales habían entrado en paralelo por una curva en la que solo hay espacio para un coche. Al no haber visibilidad antes de llegar a la curva, Filippi y Mortara no podían evitar estamparse contra los dos pilotos anteriormente mencionados.
La consecuencia de todo esto es que Bird conseguía reducir los dos segundos que le separaban con Rosenqvist para salir pegado tras el cambio de monoplaza. Por detrás, Buemi -quien era quinto antes del virtual safety car- salía de la calle de boxes por delante de Evans y de Lotterer, colocándose tercero. Detrás, Di Grassi se encontraba sexto, Abt septimo, Vergne octavo, Engel noveno, Da Costa décimo -quien salía desde la 21ª plaza-.
Con la reanudación de la carrera, Bird empezaba a presionar muy intensamente a Rosenqvist para arrebatarle la primera posición. Pero mientras tanto era Di Grassi y Evans quienes movían ficha. El brasileño superaba a Lotterer para colocarse quinto, mientras Evans hacía lo propio para recuperar esa tercera posición que había perdido con el piloto suizo en el procedimiento de virtual safety car.
A diez vueltas para el final, Rosenqvist impactaba no muy fuertemente su rueda trasera izquierda contra el muro y se veía obligado a retirarse. Obviamente todos los pilotos ganaban una posición. Y Bird asumía un liderato que ya no dejaría hasta ver la bandera de cuadros.
Una vuelta después Di Grassi superaba facilmente a Buemi y se colocaba tercero, con el objetivo de coger a Bird y a Evans, que ahora era segundo.
Tres vueltas después era Lotterer quien también superaba a Buemi, que empezaba a arrastrarse por la pista, debido al lento ritmo que exhibía.
A seis vueltas para el final, Evans y después Di Grassi acechaban peligrosamente a Bird, quien veía más que amenazada su victoria.
Por detrás, el líder del campeonato, Vergne, superaba a Abt, aunque rápidamente perdía la posición al pasarse de frenada en su intento de superar al lento Buemi, que aún conseguía mantenerse en quinta posición.
A cuatro vueltas para el final empezaba la batalla por la victoria. Primero era Evans quien trataba de superar a Bird, pero el británico tapaba con astucia, hecho que dejaba a Evans a merced de Di Grassi.
Dos vueltas después, Lotterer también se sumaba a la fiesta por la victoria. Con un Evans ya exhausto en cuanto a batería se refiere, Di Grassi finalmente conseguía ganarle el interior para colocarse segundo. Una vuelta después era Lotterer quien intentaba pasar a Evans, lo que producía incontables toques entre ellos que no cambiaban nada, hasta que su batería no podía más.
Así pues Sam Bird cruzaba la línea de meta en primera posición y de esta forma se llevaba el ePrix de Roma. Segundo era Lucas Di Grassi y André Lotterer completaba el podio. Cuarto era Daniel Abt y el líder, Vergne, conseguía ser quinto después de una jornada muy complicada para el piloto francés. Buemi entraba sexto, D’Ambrosio séptimo, Engel octavo, Evans noveno -que se salvaba de la retirada- y Mortara cerraba el top 10.