El piloto español, Álex Palou, tuvo una carrera complicada en el GP de Indianapolis, donde perdió el liderato de la IndyCar

Álex Palou venía en una tendencia totalmente positiva, ya que en la presente temporada de IndyCar, había cosechado 3 de 4 podios posibles, y liderando el campeonato, cosa que ha caído en favor del australiano Will Power, del Team Penske después de una carrera desastrosa para el Barcelonés, en la caótica e impredecible carrera que se celebró en el circuito interior de Indianapolis.

Un viernes más que positivo

Palou había dejado muy buenas sensaciones el viernes, colocándose en los puestos más altos en las sesiones de entrenamientos, destacando sobre sus compañeros de equipo de Chip Ganassi Racing, cuando llegó la hora del fuego real, en la clasificación, consiguió una magnífica segunda posición para la carrera del Sábado, sólo por detrás de Will Power, que va encaminado a batir el récord histórico de número de poles en la IndyCar.

 

Álex Palou el viernes, rodando en Indianapolis, fotografía por Mike Young.

Un trompo temprano condicionó el Sábado de Palou

Llegó el Sábado, un día marcado por las condiciones inestables, que hicieron comenzar la carrera con neumáticos de mojado a pesar de no estar lloviendo, pero la pista estaba entre húmeda y seca en algunas zonas, por lo que los pilotos entraron entre la vuelta 3 y 5 para poner los neumáticos de seco, Álex lo hizo en la vuelta 5 cuando iba en segunda posición, al volver a pista, con unos neumáticos totalmente fríos, ya que en la IndyCar no hay mantas térmicas, trompeó en el último sector, quedándose en el césped y casi llegando al óvalo de Indianapolis, calando el coche y provocando la primera amarilla del día.

Tras el trompo, nada le salió bien a Álex

A partir de aquí, la carrera de Palou fue una utopía, pudo volver a la carrera ya que los comisarios de pista le arrancaron el coche, cosa típica en Estados Unidos, para reincorporarse con una vuelta perdida en última posición, y entrando a boxes cuando se abrió el pitlane, para directamente poner mucha gasolina e intentar conseguir algo más adelante, un algo que no llegó a nada, ya que cuando los demás pararon sobre la vuelta 33-34, no consiguió recuperar la vuelta perdida, al parar solo 4-5 vueltas más tarde que el resto, siendo insuficiente para desdoblarse.

Palou peleando con los Penske de Power y McLaughlin en la salida, fotografía por James Black.

Al ver que el intento de ir largo de gasolina no iba a funcionar, Palou colocó los neumáticos de lluvia en la vuelta 38, ya que comenzaron a caer las primeras gotas de lluvia en carrera, pero desafortunadamente, en esos momentos las gotas nunca fueron a más, y destrozó esos neumáticos de mojado, teniendo que parar de nuevo al igual que otros y perdiendo aún más tiempo con los de delante, que iban con neumáticos de seco.

No fue hasta la vuelta 56 cuando empezó a llover de verdad, y durante una bandera amarilla, todos pararon en la 59 para poner los neumáticos de lluvia, todos menos un par de pilotos, que provocaron unas imágenes insólitas al ir con neumáticos de seco en una pista totalmente encharcada, que lógicamente no les llevó a ningún sitio, Palou no fue de estos, y al igual que la mayoría, puso los de agua, y aguantó en pista hasta el final de carrera sin poder hacer nada, a pesar de los numerosos incidentes delante, ya que seguía doblado.

Una carrera para olvidar para Palou, que volverá hoy Martes a Indianapolis, en la versión de óvalo para comenzar los preparativos de las 500 Millas de Indianapolis, que tan cerca estuvo de triunfar el año pasado, quedando segundo tras el brasileño Helio Castroneves, que ganó por cuarta vez las 500 Millas, en una muy bonita lucha donde se intercambiaron varias veces las posiciones en las vueltas finales de carrera, veremos si Palou consigue su redención por partida doble en Indianapolis, el 29 de Mayo en el mítico óvalo.