Impredecibilidad absoluta en el apartado meteorológico en Spa, lugar en el que se han reunido las cuatro estaciones del año para regalarnos un espectáculo visual que ha dejado 5 SC a su paso. Alonso, Buemi y Nakajima que vuelven a ganar las 6h de Spa y que ya rozan el título mundial del WEC.

Empezaba la carrera con un nº7 dominador hasta que la lluvia combinada con la nieve revestía el mítico trazado de Spa-Francorchamps cual estampa navideña en pleno mes de mayo. Conway, autor de la pole del #7 el viernes, arrancaba con un ritmo sensacional la prueba belga. Con la aparición de la nieve, la distancia de Conway se quedaba reducida a nada tras la llegada del SC, primero de los varios que hemos vivido.

Tras el SC, un feroz Buemi lograba remontar hasta ser primero, con adelantamiento a Conway en pista incluido, aunque el #8, entrando a los boxes con el semáforo en rojo, perdía una cantidad ingente de tiempo con sus perseguidores y aupaba al Rebellion nº1 al liderato de la carrera.

Tras ello, llegaba Alonso a los mandos del TS050 para correr un stint breve pero intenso de una hora, corriendo en condiciones estables (con trompo incluido). El momento clave de la carrera y con una diferencia de casi un minuto entre ambos Toyota, se encontraba cuando el Toyota #7 entraba a boxes con una avería en un sensor de la parte híbrida que obligaba a los mecánicos a hacer bajar a Kobayashi del coche, perdiendo cuatro vueltas respecto a la unidad gemela.

Finalmente, victoria para Alonso, Buemi y Nakajima en LMP1, en una carrera que ha tenido que terminar 15 minutos antes de lo previsto bajo régimen de bandera roja – impracticable por la intensa lluvia-, con la sorpresa del podio del debutante Vandoorne (3º), que incluso ha llegado a liderar la carrera en instantes de caos meteorológico.

El Dragonspeed nº 31 ha sido el vencedor en LMP2, el Aston Martin 97 en GTE-Pro y En GTE-Am vuelve a vencer el Dempsey-Proton nº77. El WEC se dirige ahora a Le Mans, para la consecución de las 24 h de Le Mans en poco más de un mes, cita en la que Alonso puede ser campeón del mundo quedando 7º en la general de la carrera, aunque ya conocemos que el trazado galo es una prueba de hierro en el apartado de la supervivencia.