Jean-Éric Vergne y Sam Bird. Sam Bird y Jean Eric Vergne. Dos grandes pilotos de la Fórmula E que se jugarán el campeonato este fin de semana en el circuito de Nueva York. Estados Unidos es la sede de la última prueba de la competición eléctrica de la FIA. Tras 10 carreras en nueve ciudades diferentes del mundo, el mundial llega en su momento más apretado de la temporada. Vergne lidera con 163 puntos, Bird es segundo con 140. Son los dos únicos pilotos con posibilidad a título, aunque el francés es el que va por delante y el favorito para la victoria. Al británico solo le vale ganar. Está 23 puntos por debajo y solo le queda esperar a que el francés falle.
Una lucha a tres
La competición, pero no es cuestión de una carrera. Ambos pilotos llevan fin de semana tras fin de semana en la pugna por el liderato. Todo comenzó en Hong Kong, el mundial daba el pistoletazo de salida y era el inglés quien lograba los primeros 25 puntos. Vergne pasaba la linea de meta en segunda posición.
La segunda carrera en el trazado chino iba a ser para Felix Rosenqvist que tras 45 vueltas lograba la primera posición. El sueco se mostraba como un fuerte aspirante al campeonato. En la lucha particular entre Vergne y Bird, el francés fue quien minimizó el daño acabando cuarto, una posición por delante del de Virgin.
La tercera cita de la Fórmula E se disputaba en el circuito urbano de Marrakesh y Rosenqvist era de nuevo quien se haría con la victoria. Esta vez protagonizada por una lucha rueda a rueda con Sébastien Buemi que acabaría en la segunda posición. Los dos actuales líderes no pasarían del tercer lugar, en el caso de Bird, ni del quinto, en el caso de Vergne. El inglés aumentaría su diferencia de puntos con el francés, pero un fuerte Rosenqvist se unía a la lucha por el título.
Techeetah se pone las pilas
El E-Prix de Santiago de Chile fue un punto de inflexión para el equipo Techeetah y para Vergne y es que lograban su primera victoria en el campeonato. A parte de la primera posición, la mejor noticia para ellos fue que ni Rosenqvist ni Bird se metían en podio, por lo tanto el francés recortaba un buen numero de puntos. Si a eso le sumamos que Vergne fue el mejor parado en un Gran Premio de México que se llevaba Daniel Abt, eran puntos que sumaban en su casillero y no en el de sus máximos competidores. El de Techeetah acababa en quinta posición, mientras Bird era último y Rosenqvist se retiraba.
Todo empezaba a ponerse de cara para Vergne. Uruguay vino a confirmar lo que toda la parrilla se preguntaba. El francés remontaba a marchas forzadas los malos resultados de inicio de temporada mientras Bird y Rosenqvist se desinflaban poco a poco. En el E-Prix de Punta del Este, el vigente campeón de la competición, Lucas Di Grassi era el único que le puso las cosas difíciles al francés que tuvo que sudar para lograr la victoria. Medio segundo separó al brasileño de la primera posición. Bird era el único que mantenía el pulso, se subía al tercer cajón del podio. Rosenqvist empezaba a desaparecer de la escena de las primeras posiciones, quinto lugar para el de Mahindra.
Vergne y Bird, el error se paga caro
33 puntos separaban Vergne de Bird. El francés se postulaba como máximo y único candidato al título. Pero como dice el refranero español: «no vendas la piel del oso antes de cazarlo». El E-Prix de Italia se propuso darle emoción al campeonato y, a parte de borrar a Rosenqvist del mapa, colocaba a Bird como ganador de la carrera en una lucha contra Lucas Di Grassi que llegaba tarde a la fiesta del campeonato. El francés acababa quinto y perdía 15 puntos de cara a la lucha por el título.
La Fórmula E llegaba a París y ‘oh la la’ Vergne se sentía en la obligación de ganar en su casa. De hecho, se sentía tan en la obligación que quedaba primero en la ‘qualy’ y marcaba el mejor tiempo en la super pole. Bird empezaba a mentalizarse que el mejor resultado que podía cosechar era la segunda posición. Vergne cumplió con las expectativas y estuvo intratable en la carrera, primero a más de cuatro segundos de Di Grassi que pasaba linea de meta segundo. Bird volvía a perder puntos al no poder superar la tercera posición.
Si Vergne se sentía en la obligación de ganar su Gran Premio de casa, a Daniel Abt le pasaba algo similar. Era la hora del Berlin E-Prix. El de Audi, que había hecho la táctica del péndulo al largo de la temporada (iba y venía de las cinco primeras posiciones) en ese fin de semana se quedó en la parte de arriba. De hecho, no solo ganó la carrera, logró la pole y la vuelta rápida, 28 puntos para el alemán. Vergne acababa en tercera posición, justo por detrás de ‘tachán’ Lucas Di Grassi, el piloto con más segundas posiciones de la temporada. Sam Bird, séptimo, perdía prácticamente las opciones a título.
La última oportunidad
De hecho, nadie pensaba que el inglés podía llegar a reengancharse al título, pero el GP de Zurich le volvió a dar una última oportunidad. Vergne no pasó de la 10ª posición, por lo que la posibilidad de recortarle puntos era infinita. El problema que tuvo el inglés fue que el que siempre quedaba segundo, esta vez quedó primero. Lucas Di Grassi mostró un gran nivel por las calles suizas y no dio una sola opción a Bird que acabó segundo a más de siete segundos.
Ahora tan solo queda Nueva York. El pasado año fue Bird quien logró la victoria, pero poco importa el pasado. El francés quiere su primer título de la Fórmula E y ha liderado el campeonato de inicio a fin, por lo que es el máximo candidato a ganarlo. Este fin de semana se escribirá historia en las calles de Manhattan y los aficionados del motor eléctrico estarán allí para presenciarlo.