Liam Lawson debutó en Fórmula 1 con una espectacular actuación en una difcilísima carrera en Zandvoort, donde sustituyó al lesionado Daniel Ricciardo.

El piloto neozelandés, que se encontraba algo alejado de los focos compitiendo en la SuperFormula japonesa tras firmar un tercer puesto el año pasado en Fórmula 2 y hacer algunos libres recibiría el viernes la oportunidad de su vida después del accidente en libres de Ricciardo, que se agarró al volante durante un accidente que le causó y causará baja durante algunas semanas.

Así con todo, Liam Lawson se subió al AlphaTauri el sábado por la mañana para los terceros libres, donde fue el piloto que más vueltas (necesitado de ellas) dio, con 26; aunque firmando sólo el antepenúltimo puesto. Estos entrentamientos se celebraron en condiciones de lluvia, por lo que muchos pilotos no insistieron tanto en rodar; y servirían a Lawson de entrenamiento para una carrera infernal.

Más tarde, durante la sesión de clasificación cayó en Q1 quedando en última posición, a más de 1 segundo del siguiente, que fue Valtteri Bottas. Después de terminar, se mostraba agradecido y entusiasmado por la oportunidad única; aunque sentía lo sucedido a su compañero australiano; y esperaba una carrera dura debido a las condiciones meteorológicas cambiantes.

Ya el domingo, Liam Lawson firmó una gran actuación en unas condiciones muy difíciles, que le sirven como muchos grandes premios de experiencia. No sólo condiciones cambiantes, sino también dos salidas, una bandera roja, coches de seguridad «normales y virtuales»… Además de eso, tuvo muchas batallas con pilotos como Charles Leclerc y su malogrado Ferrari, al que le hizo un gran adelantamiento.

Al final, el rookie firmó un excelente 13º puesto, varias posiciones delante de su compañero Yuki Tsunoda. Lawson fue confirmado para todas las carreras que Ricciardo se pierda (existe una norma que implica que sólo se pueden usar 4 pilotos por temporada en cada equipo; por lo que sería sólo posible contar con Lawson o De Vries). El neozelandés volverá, al menos, en Monza; aunque previsiblemente también lo haga en Singapur.