Nuestro Gran Premio de casa, en el Circuito de Barcelona-Cataluña, dio muchas lecturas a lo largo de toda la parrilla. Desde el enésimo cara a cara entre Lewis Hamilton y Max Verstappen hasta la progresión continua de Williams. Hoy, sin embargo, nos centraremos en el rendimiento de Ferrari, que tras una temporada dramática el año pasado, está poniendo las bases para volver a ser un equipo competitivo. Su primer objetivo es la 3ª plaza en el campeonato de constructores, que ahora ocupa McLaren.
En la atípica temporada 2020, la falta de público y la reducción de ingresos asociados al merchandising no fue ni mucho menos lo peor a lo que se tuvo que enfrentar Ferrari, el acuerdo con la FIA, para evitar una sanción por irregularidades en el motor, los dejó con una unidad de potencia con una inferioridad abismal respecto a los demás competidores. El resultado fue una travesía por el desierto, una temporada de decepciones con contadas apariciones en el podio en carreras locas.
Este año, aunque todavía no la han pisado, ya se ve un cambio en la situación del equipo, caer de Q3 vuelve a ser una decepción y en carrera la situación normal es competir por tener al menos un coche en el top5. McLaren está siendo un rival duro y está ahora mismo 5 puntos por delante en la lucha por la 3ª posición en el campeonato de constructores, pero el rendimiento de Charles Leclerc en el trazado catalán, reconocido como el circuito prototípico del mundial (los monoplazas que funcionan en Cataluña funcionan bien en todas partes), permiten a los de Maranello afrontar con confianza la temporada.
Es cierto que de momento, Leclerc está patrimonializando esta mejora del Ferrari, doblando a Carlos Sainz en puntos, pero en este año con tantos cambios de asientos estamos viendo que la adaptación es un factor real, ya que los 6 pilotos que son nuevos en su equipo llevan menos puntos que su compañero de equipo (excluyendo Haas donde los 2 pilotos son nuevos y no han puntuado). Por lo tanto, es justo decir que Sainz necesita seguir su proceso de adaptación para ir igualando el rendimiento de Leclerc. El objetivo del español debe ser superar a Daniel Ricciardo, a fin de contribuir a la lucha del equipo para conseguir el objetivo en el campeonato de constructores.
Ahora que se han celebrado 4 carreras y llega Mónaco, se acerca la fase central de la temporada, y llega una nueva prueba, la de la evolución. Al inicio de la temporada, se ha visto que el monoplaza construido por Ferrari durante el invierno ha sido competitivo. Ahora toca demostrar que la fábrica también puede competir llevando mejoras que igualen o superen las que llevarán sus competidores, imprescindible si se quiere mantener la competitividad. Junio será, pues, el próximo reto para una escudería que mira al futuro con esperanza, pero también con la enorme presión de todo un país que no acepta menos que la victoria.