Victor Martins se ha proclamado campeón de la Fórmula 3. Lo ha hecho en un final de temporada lleno de tensión. A continuación analizamos toda la temporada del nuevo ganador.
El francés toma el relevo de Dennis Hauger al hacerse con un campeonato de infarto. Este se decidió tras momentos de infarto al acabarse la carrera que tenían a todos los pilotos en vilo.
PRINCIPIO DE TEMPORADA
Parecía que este era el año de Victor Martins. El año pasado disputó un gran final de temporada como rookie en el que acabó quinto. Así llegó el joven piloto de la academia Alpine a la primera cita de la temporada, en Sakhir. En la clasificación fue quinto por detrás de uno de sus compañeros de equipo en ART Grand Prix. Aún así, el día que importaba, el domimgo, acabó ganando la carrera. Esto auguraba un muy buen campeonato para Martins, aunque en Imola no tuvo un muy buen fin de semana pese a que sumó algunos puntos.
Con el campeonato ardiendo, llegaron a Barcelona, donde acabó ganando de nuevo la carrera principal tras quedar segundo en clasificación. Esta fue la última vez que ganó una carrera en todo lo que restaba de campeonato. Pese a ello, todo pintaba muy bien para el francés, aunque había rivales que le seguían de cerca como Leclerc o Hadjar. En Silverstone solo consiguió llegar al segundo puesto en la carrera al sprint. Su fin de semana fue algo mediocre para lo que estábamos acostumbrados de Martins.
MITAD DE TEMPORADA
Dejando Gran Bretaña atrás, la Fórmula 3 llegó a mitad de temporada en el circuito de Spielberg, en Austria. Allí, Martins, completó un buen fin de semana acabando segundo en la carrera principal y octavo en la sprint.
Lo más importante para el joven piloto era tener regularidad y puntuar todo lo posible en el campeonato. Era crucial no cometer errores de novato así como los estaba cometiendo Arthur Leclerc que estaba tirando muchos puntos a la basura.
Antes del parón veraniego, la Fórmula 3 tenía una última cita en el circuito de Budapest. Allí Martins, se quedó con un mal sabor de boca tras sumar muy pocos puntos. Precisamente, en un circuito en el que sus rivales directos por el campeonato consiguieron bastantes más que él.
Tras parar tres semanas para descansar, Martins sabía que debía estar concentrado en el campeonato y en lo que hacían sus rivales. Llegaba un triplete que decidiría el campeonato. Spa, Zandvoort y Monza eran el escenario para las tres batallas finales.
EL INTRIGANTE FINAL
Lejos de decantar el campeonato hacia un lado, este triplete aún apretó más las cosas. Se añadieron a la lucha Bearman, Maloney y Stanek y en la que ya estaban Martins, Hadjar (quien era líder en ese momento) y Leclerc. Precisamente Spa, fue el peor fin de semana del piloto de la academia de Alpine, pues ya clasificó 24º y no pudo hacer nada en ninguna de las dos carreras. Esto fue lo que le dejó expuesto en el campeonato y provocó el acercamiento de los otros rivales. En Zandvoort, mejoró la situación y consiguió puntuar en ambas carreras, llegando a la segunda posición en la principal.
En esta situación se llegó a Monza, cita en la que todo se decidió. Martins llegó a conseguir un solo punto en la carrera al sprint que hacía que todo el campeonato se decidiese en la última carrera. Llegó el domingo y todo pintaba de maravilla para el francés, pero una bandera roja y una sanción de 5 segundos casi truncan sus aspiraciones al título. Finalmente, acabó cuarto la carrera y, con el mal fin de semana de Hadjar, logró hacerse con el título de la F3, cuatro años después de que lo hiciera uno de sus mejores amigos y compatriotas, Anthoine Hubert.
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Veremos que le depara el futuro a Martins. Podría tener sitio en Fórmula 2 o, incluso, podría ser candidato al segundo asiento de Alpine, dado que ya cuenta con la superlicencia. Aún así, por el momento no hay nada anunciado. Lo que no es duda para nadie, es el talento y la velocidad que tiene este joven en las venas.
