Del renacimiento del WEC a las dudas en la Fórmula E. La IndyCar se consolida, y la escalera a la Fórmula 1 sigue dando grandes carreras talento al Gran Circo. En MotoGP vivimos la locura que supuso la ausencia de Marc Márquez. El año 2020 ha sido una montaña rusa de emociones, y la alegría ha ido por barrios.
La Resurrección del WEC: Al Campeonato del Mundo de Resistencia le faltaba resurgir de sus cenizas, y el 2020 ha sido ese año. Si bien la imagen del certamen quedó en entredicho tras quedar Toyota en solitario en la última cita como integrantes de la categoría LMP1, se abre a partir del próximo año un panorama de carreras interesante. Las reglamentaciones Hypercar y LMDh. Las marcas han acudido al reclamo, y junto a Toyota tendremos a Peugeot, Porsche y Audi entre otros. Algún constructor
independiente podría estar también interesado, e incluido al otro lado del charco se deshoja la margarita para el desembarco en la categoría. Los próximos años pueden ser brillantes para la resistencia.
Involución en la Fórmula E: El campeonato eléctrico ha sufrido la pandemia como todo hijo de vecino. Los de Alejandro Agag y compañía supieron reinventarse para acabar el curso lo mejor que pudieron, con una suerte de burbuja berlinesa, que compactó las últimas carreras del curso para completar el año. La temporada 2021 ya ha comenzado con la mala noticia del aplazamiento en Chile, y eso no es lo peor. BMW y Audi se marchan, poniendo en entredicho el futuro de la disciplina. Mercedes, Porsche y Nissan se han apresurado a comprometerse con lo eléctrico, pero la decisión de los alemanes pone un precedente en una historia en franco ascenso de la FE desde su nacimiento.
Continuidad en IndyCar: Otro campeonato que hizo malabares para salvar el año. Presentó el aeroscreen, el nuevo Gran Premio en Nashville, y un calendario para 2021 con pocas carreras en oval. Con Roger Penske al frente del timón, el campeonato americano de monoplazas por antonomasia gana en credibilidad y estabilidad financiera. Se han propuesto ampliar la terna de participantes permanentes, y de paso siguen mirando de reojo a Europa para intentar captar talento sin hueco en Fórmula 1. En América también caminan hacia la hibridación, en este caso para 2022.
La escalera a la Fórmula 1: Tanto F2 como F3 han sobrevivido bajo el ala del Gran Circo para asegurar la entrega de sus trofeos. Schumacher y Piastri se llevaron respectivamente las categorías. Y ambos continúan avanzando en sus carreras. Pleno de Prema en la antesala de la F1, con un licenciado a Haas y un futuro candidato a la corona de F2. La Fórmula Renault Eurocup también tuvo que trastocar sus planes por la pandemia, coronando a Victor Martins como vencedor de la categoría. El próximo año David Vidales competirá para la prestigiosa Prema en un campeonato rebautizado como Fórmula Regional Europea by Alpine.
Rey caído, rey ausente en MotoGP: El año del asalto al Imperio Romano. La lesión de Marc Márquez dejó huérfano el título de dueño y señor de la categoría, y ocupar su lugar fue como contemplar a una joven manada hambrienta en busca de hacer presa. El gato al agua se lo llevó un Joan Mir que, a sus 23 años, ha pasado solo dos en la categoría para
hacerse con el trono vacante. El retorno de Márquez se complica para los primeros meses de 2021, y el nivel del de Cervera a su retorno va a dejar una ventana abierta a varias candidaturas por el campeonato. Quartararo, Rins y Viñales deben dar un paso al frente. Por ver está la adaptación de Pol Espargaró a la Honda, y de que es capaz la dupla de Ducati.
Mención aparte merece el grueso de los trabajadores de cualquiera de las disciplinas del mundo de las carreras. Para ellos la foto de portada de éste artículo. Lejos de los focos en la mayoría de los casos, han estado al pie del cañón desde casa, sacrificando incluso parte de su sueldo en algunos momentos.