Victoria más que sorprendente de Timmy Hansen en la prueba de Canadá celebrada en el Trois-Rivieres. El piloto de Peugeot se llevó el triunfo pese a quedar eliminado en la semifinales y ser readmitido a última hora, además siendo la lluvia su aliado más fuerte. Andreas Bakkerud estuvo cerca de cerrar su tercera victoria y Johan Kristofferson cerró el podio. 


El Grand Prix de Trois-Rivieres, en Canadá, dejó una de las rondas más sorprendentes y emocionantes de todo lo que llevamos de temporada. Las clasificaciones tuvieron nombre propio, Petter Solberg, quien a la hora de la verdad fallaría y volvería a dejar escapar una nueva victoria esta temporada. El factor sorpresa se impuso en la final, gracias en parte a la agresividad de Timur Timerzyanov y a la lluvia inesperada.

Gran autoridad de Solberg al inicio

Las clasificaciones, como bien apuntábamos, tuvieron nombre propio y fue el de Petter Solberg (Citroën DS3). El piloto noruego se impuso en tres de las cuatro sesiones, siendo el piloto con más puntos hasta el momento y el que completó la carrera más rápida, lo que dejaba prever un dominio aplastante del vigente campeón. La única clasificación que perdió fue por un toque en la salida con Timur Timerzyanov (Ford Fiesta), el mismo que terminó segundo en clasificación por delante de Johan Kristofferson (Volkswagen Polo).

En la parte trasera no hubo sorpresa y los dos Seat Ibiza de Reinis Nitiss y René Munnich quedaron fuera por poco, a las puertas de las semifinales. Junto a ellos, Robin Larsson (Audi A1) y Janis Baumanis (Ford Fiesta) quedaron fuera de combate tras una mala jornada, pues ambos acumularon un cero en una de las clasifiaciones, lo que les condenó por completo a la hora de intentar superar el corte.

Favoritos caen en semifinales

Y llegaron las semifinales, las cuales nos darían muchas sorpresas. La primera no hubo sorpresas al frente y Petter Solberg dominó de principio a fin sin ningún tipo de rivalidad. Arrasó por completo y fue el único en bajar de los cinco minutos la carrera completa. Detrás, Kristofferson se vio beneficiado por el abandono de Ken Block (Ford Focus RS), quien iba segundo tras la salida pero un toque con el muro le reventó un neumático y le dejó fuera de la final. Sin duda, gran progreso del americano aquí tras dos meses muy complicados en los que ni siquiera llegaba a semifinales. En el Trois-Rivieres fue competitivo y de no ser por este toque posiblemente hubiese llegado a la final.

El tercer puesto que daba acceso a la final hubiera tenido que ser para Sebastien Loeb (Peugeot 208), quien era uno de los favoritos a superar el corte. No obstante, la gran estrategia de hacer la ‘joker lap’ en la primera vuelta por parte del equipo Volkswagen RX Sweden, le dio a su otro piloto Anton Marklund (Volkswagen Polo), la tercera posición y el acceso a su segunda final del año, dejando al nueve veces campeón del WRC fuera de combate inesperadamente. Niclas Grönholm (Ford Fiesta ST), volvió a entrar a la semifinal por segunda vez consecutiva pero tuvo que abandonar en la segunda vuelta.

La otra final tuvo sorpresas mayúsculas y sobretodo toques por todos lados. Una semifinal de locos que en su segunda vuelta dejó fuera de combate al líder del campeonato, Mattias Ekström (Audi S1), que reventaba el motor y tenía que aparcar el coche sin posibilidad de pasar a la final. El sueco se va con solo 15 puntos de Canadá y perdiendo la ventaja que tenía con Solberg e incluso el liderato.

El resto tuvo una lucha cerrada por la victoria, que al final se acabó llevando Andreas Bakkerud (Ford Focus RS) a pesar de estar a punto de perder la posición con Toomas Heikinen (Audi S1), quien se clasificó para la final después de muchas carreras habiendo bajado mucho el listón. No obstante, el finlandés se las tuvo con Timur Timerzyanov, que hizo la jóker en la última vuelta y le superó gracias a su estrategia. Pero el ruso, muy agresivo, le apartó de la pista para adelantarle y ponerse segundo. Detrás Timmy Hansen (Peugeot 208) entró más descolgado del resto y Kevin Eriksson (Ford Fiesta ST) cerró la carrera con algunos problemas.

Pero mientras se disputaba la final de la RX Lites ocurrió el milagro para el Team Peugeot Hansen, que parecía que cerraba un fin de semana desastroso sin ningún piloto en la final. Primero de todo la lluvia empezó a caer con fuerza en el Trois-Rivieres, y después, minutos antes del inicio de la conclusión del Grand Prix, los comisarios daban a conocer la descalificación de Timerzyanov por el toque final con Heikkinen, lo que le otorgaba la última posición de parrilla al cuarto clasificado de esa semifinal, Timmy Hansen.

El milagro de Hansen

Los minutos previos fueron caóticos, con los pilotos sin saber que compuesto montar ante el fuerte chaparrón que había caído. Esta situación provocó cierta incertidumbre antes de la salida, la cual dejó un panorama totalmente sorprendente. Petter Solberg patinaba mucho al arrancar y pasaba de la primera a la última posición, mientras que Bakkerud cogía el relevo por delante de Kristofferson. Los primeros en hacer la joker fueron los Volkswagen, Solberg y Heikkinen, dejando solos ante el peligro a Bakkerud y Hansen.

El piloto noruego parecía que iba directo hacia su tercera victoria al quedar tan rezagado el favorito para el triunfo, pero cada vuelta que pasaba veía como Hansen se le acercaba más hasta el punto de engancharse encima suyo. El piloto sueco hizo la parada en la vuelta 4, mientras que el de Hoonigan la hizo en la 5, pero un mal trompo en la jóker le dejó justo detrás del de Peugeot y por poco siendo superado por Kristofferson. En la última vuelta Bakkerud intentó superar por todos lados a Hansen pero no hubo manera y el joven piloto sueco se alzó con su primer triunfo.

Detrás, Toomas Heikkinen obtuvo una cómoda cuarta posición sin opción a mejorarla, mientras que Solberg pudo adelantar in extremis a Marklund para llevarse un punto más de la pista canadiense. No obstante, estos dos pilotos protagonizaron un accidente final bastante importante cuando la bandera de cuadros ya había caído. El noruego envistió con fuerza por detrás al de Volkswagen, afectando también el toque al ganador Hansen y al Audi de Heikkinen. El incidente no tuvo mayor consecuencia que el traslado de Solberg al hospital para hacerle una observación más extensa, pero sin lesiones aparentes para el que es el nuevo líder del certamen.

Así es, Hansen que tan solo había sido 10º en clasificaciones y cuarto en semifinales, no había sumado casi puntos, pero la victoria le catapultó hasta los 19, continuando con su buena racha desde Gran Bretaña tras un inicio difícil. Por delante del sueco se llevaron más puntos Solberg con 24 -que pasa a ocupar la primera posición con cuatro puntos de margen sobre Ekström-, Johan Kristofferson que también hizo un fin de semana muy regular y Andreas Bakkerud que sigue acercándose al liderato que ya tiene a 29 puntos.

Sin duda un fin de semana extraño y sorprendente, con grandes emociones en Canadá. Ahora, el RallyCross volverá dentro de 24 días en Lohéac-Bretagne, para celebrar del 2 al 4 de septiembre World RX de Francia. Dos semanas después, la acción llegará a casa en el Circuit de Barcelona-Catalunya.