Las carreras siguen transcurriendo. Con la temporada, sucede lo mismo. Y, a pesar de todo, los problemas del equipo Yamaha parecen no tener fin. Después de un mal estreno en el Circuit de Barcelona-Cataluña, este sábado, ninguno de sus dos pilotos, ni Franco Morbidelli ni Fabio Quartararo, lograron sellar el pase a la Q2 para luchar por la pole.
En su comparecencia ante los medios de comunicación reunidos en el Circuit, ‘El Diablo’ ha vuelto a explicar cuál es el principal problema de su Yamaha YZR M1: «No sé ni por dónde empezar. Hice una buena salida, pero nos falta potencia. Cuando llegué quinto a la primera curva, frené muy tarde. Quería intentar algo, pero no podía parar la moto. He estado a pocos centímetros de golpear a otro piloto. Tuve que soltar los frenos y seguir recto», dijo.
«Ha sido más difícil de lo que esperaba, sobre todo hoy, porque el año pasado el viernes no fue fácil, creo que acabamos 11º. Esperaba que hoy estuviéramos mejor, pero esta mañana no ha sido así. Nos ha costado mucho. Con mi estilo de conducción, es difícil cuando hay poco agarre. Tengo que ser un poco más suave», explicaba.
«Intento sobrepilotar demasiado cuando hay resultados así. Intento frenar un poco más tarde, para ser más rápido, pero la moto no me lo permite. Cometo errores y no soy suave con mi pilotaje. Ha sido un día en el que no he estado en armonía con la moto y es una pena porque durante todo el fin de semana hemos estado probando miles de cosas para encontrar una solución», valoró.
A pesar de intentar tratar la situación con optimismo, la paciencia de Fabio Quartararo se acaba y la desesperación y el nerviosismo van in crescendo: «Me gustaría, por una vez, probar algo que funcione pero, aparentemente, todo lo que probamos no funciona. Intentamos encontrar cosas que no están en la moto. Llevo tres o cuatro años estancado y no hemos conseguido encontrar algo que funcione mejor«.
«Es un poco frustrante, pero desgraciadamente es así. Es realmente difícil. No tenemos feeling con la moto, ese es el problema. Normalmente, hay un punto en el que realmente cuesta en un circuito, pero aquí, no sé ni por dónde empezar: cuesta frenar, cuesta acelerar, cuesta el ángulo. Es difícil dar una respuesta al equipo. No vamos a decir que estamos perdidos, pero casi».
«Al final no se trata solo de la clasificación. Ves a gente delante durante dos vueltas. Luego, ya no los ves más. Conozco mi potencial en esta pista. Conozco mi potencial, en general. Pero no tengo la potencia sobre la moto para luchar con ellos (sus rivales). No puedo pelear y eso es más frustrante que la posición en la que termino, porque no estoy disfrutando encima de la moto y eso es principalmente lo que busco, disfrutar sobre la moto».