El equipo Trident Motorsport persistirá en sus acciones judiciales frente a su ex piloto Santino Ferrucci, a quién le reclama una compensación por perjuicios y daños de imagen tras su polémica salida del equipo.
Trident dio por finalizado el contrato de Ferrucci tras una fuerte disputa entre el piloto y el equipo durante la ronda de Silverstone de Formula 2, dónde el estadounidense golpeó deliberadamente el coche de su compañero Arjun Maini después del final de la segunda carrera.
Por si no fuera suficiente, más tarde se descubrió que Ferrucci usó el teléfono móvil dentro del monoplaza de Formula 2 y que no asistió a una reunión con los comisarios. Tras todo esto, la FIA le sancionó sin poder correr en Hungaroring y Spa-Francorchamps y le impuso una importante multa.
El equipo Trident decidió apartar a Ferrucci para lo que quedaba de temporada y reemplazarlo por Alessio Lorandi. Además, emprendió acciones legales contra él y contra su padre, Michael Ferrucci.
El Tribunal de Milan instó a Ferrucci a pagar 502.000 euros a Trident en concepto de daños, pero el equipo quiere seguir reclamando para obtener una cantidad superior. Según el comunicado del equipo: “Trident confirma su intención de proceder con cualquier acción legal para obtener una compensación por todos los daños ocasionados, muy por encima de lo percibido hasta ahora como medida provisional por parte del Tribunal”.
Mientras tanto, Ferrucci sigue formando parte del equipo Haas de Formula 1, que no ha encontrado ninguna razón para rescindirle su contrato pese a no asistir a ninguna carrera de Formula 1 desde Silverstone, ni siquiera el Gran Premio de Estados Unidos del pasado fin de semana.
El equipo tomará la decisión de despedir a Ferrucci si el norteamericano sigue con su intención de correr en la IndyCar en 2019. Ferrucci ya compitió en la serie de monoplazas americana en las dos últimas rondas con el Dale Coyne Racing.