Con la retirada de Felipe Massa, la temporada 2018 de la F1 será la primera desde 1970 sin un piloto de Brasil en la parrilla. Si el interés de los brasileños por la principal categoría del automovilismo mundial puede disminuir por la falta de un representante del país, en otros campeonatos esperan atraer a los fans de los deportes de motor. Y el Stock Car es uno de ellos.

Para eso, la categoría apuesta por varios pilotos con trayectoria dentro de la F1. En 2017 ya se contaba con Rubens Barrichello, Ricardo Zonta y Antonio Pizzonia. Y, para la nueva temporada, tiene la llegada de Nelsinho Piquet y Lucas di Grassi, que van a disputar todas las pruebas a excepción de la de Santa Cruz do Sul, cuando habrá choque de fechas con la Formula E.

El número de ex pilotos de F1 en la parrilla creció todavía más en la Corrida de Duplas, la carrera de inauguración disputada el pasado fin de semana en Interlagos. En ella hubo la participación de pilotos como Massa, Felipe Nasr, Luciano Burti y Tarso Marques, además del belga Jerome D’Ambrosio.  

«Sin duda la presencia de ellos aumentará el interés por el Stock Car», dijo Marcos Gomes, campeón de 2015. «Todavía más por haber sido la primera carrera de Felipe Massa después de la F1, por tener a Barrichello y a varios pilotos con experiencia internacional».

Felipe Fraga, campeón de 2016, cree que el campeonato puede ser beneficiado por la falta de brasileños en la F1 y así continuar con el crecimiento en un momento en el que Brasil se enfrenta a las consecuencias de una crisis económica.

«Esta situación ayuda al Stock Car, a pesar de creer que es una pena no tener ningún piloto en la F1. En los dos últimos años hemos crecido, incluso con la economía de Brasil no estando tan bien», dice el piloto de Cimed. 

Daniel Serra, ganador de la Corrida de Duplas y actual campeón, declaró que la categoría brasileña puede atraer a la audiencia por tener una dinámica diferente de la F1.

«El Stock Car es emocionante, disputado y tiene algunas cosas mucho más divertidas que la F1. Obviamente no se puede comparar con la tecnología, ni nada de eso. Pero las carreras de la F1 generalmente no son muy emocionantes, dependen mucho de la estrategia de cada piloto. Hay menos lucha directa en la pista, como si tenemos aquí», afirma.

En las novedades de la parrilla de 2018, Di Grassi y Nelsinho son una atracción a parte. Ellos son rivales desde los años de categorías inferiores y ahora también comparten las pistas en Brasil. «Estoy sorprendido porque Di Grassi haya decidido correr en el Stock Car. Quizá él lo haya decidido por causa del dinero o a causa del ego que tiene«, lanzó Piquet en una entrevista con periodistas brasileños semanas antes de la carrera.

Para Fraga, los dos pilotos de la Formula E van a tener dificultades para repetir el «efecto Rubens Barrichello». El ex piloto de Ferrari y Williams venció en el Stock Car en 2014, en su segundo año completo en Brasil. 

«El Stock Car siempre fue muy fuerte. Obviamente, la categoría se va a poner aún mejor con Lucas y con Nelsinho, pero no es nada que vaya a cambiar el mundo», agregó el piloto. «Todavía tengo algunas dudas de como a ellos [Lucas y Nelsinho] les va a ir, pero su presencia es buena para todos«. 

Los dos debutantes no tuvieron un camino fácil en la Corrida de Duplas. Di Grassi golpeó tras la primera vuelta en bandera verde debido a un problema de visibilidad causado por la lluvia en Interlagos. En cuanto a Robin Frijns, invitado de Piquet, se envolvió en un accidente con Pizzonia. 

Felipe Massa quedó 13º en su primera aparición después de la F1. Recibió el coche de Cacá Bueno en el Top 5, pero perdió posiciones en las últimas vueltas finales. El brasileño afirmó que ahora piensa en correr en otras categorías como la Formula E, pero dejó una puerta abierta para el Stock Car en el futuro. 

«Fue una emoción muy grande volver a Interlagos. Es siempre un placer estar aquí pilotando», dice. «Correr en el Stock Car estaría muy bien. Es una categoría muy fuerte, pero ahora no. Tengo otros pensamientos por el momento», declaró.

Texto original en portugués de Felipe Giacomelli. 

Texto traducido por Eric Calduch.