Después de una semana sin gran premio, la Formula 1 llega a Alemania. En esta ocasión se ha denomina GP Eifel y llega envuelto en anuncios importantes.
En contraposición a lo del triste del clima, con dios de la lluvia amenazando desde lo alto. Hay novedades importantes que alegrarán a los aficionados. Por un lado Callum Illot ya se ha enfundado el mono de Haas para las Fp1. Recordemos que va a ser el dueño de uno de los asientos para 2021. Veremos quien es su compañero el año que viene. ¿Será Checo?
Otro nombre que aterrizará en la F1 el año que viene (a espera del anuncio oficial) es Mick Schumacher. Alfa Romeo será su destino. Amparado por Ferrari, seguirán de cerca sus progresos. Presumiblemente, su mentor será Kimi, para dejarle «volar solo» a partir de 2022. Mucho se espera del joven piloto. El apellido Schumacher abre muchas puertas, pero también puede resultar una espada de Damocles si no se gestiona adecuadamente. ¿Qué le depará el futuro? Nadie lo sabe, pero el hijo del Kaiser tiene claro cual es su objetivo. Seguir los pasos de su padre y recalar algún día en Ferrari. Dignificar la saga familiar.
La noticia bomba de Honda ha dejado en shock a los aficionados. Después de la decepción de McLaren y últimas alegrías con Alpha Tauri y Red Bull, últimamente las críticas eran frecuentes. Verstappen repetía una y otra vez que no podía competir con Mercedes. A pesar del pacto de la concordia, Honda dejará de motorizar a Red Bull en 2022. Renault siempre es una opción, aunque el Dr. Marko quiere un motor que siga la línea de Honda.
Futuro incierto para Yuki Tsunoda, piloto ‘protegido’ de Honda e inmerso en la Academia de Red Bull. Podría haber puesto un clavo en su ataud deportivo. Sabemos el objetivo marcó Helmut Marko para la temporada 2020. conseguir la cuarta posición en Fórmula 2 para tener los puntos necesarios para la superlicencia de F1. Pero sin la influencia de Honda, no sabemos si sus opciones de subirse a un F1 se han desvanecido. Por lo menos con la escudería Suiza.
Buenas noticias para Checo Pérez. Tal vez motivados por la pelea de la tercera posición en el mundial de constructores. Sergio Pérez dispondrá de un paquete de actualizaciones para su monoplaza. Son los mismos que Stroll utilizó en las anteriores carreras y que no disponía el piloto mejicano. Son mejoras en el fondo plano, alerón trasero y conductos de freno delantero. Si ya lo hizo bien Checo sin esas mejoras, veremos ahora de qué es capaz con ellas.
Por último toca hablar de Ferrari. Sigue introduciendo mejoras. Tendrá nuevos ‘bargeboards’ y ‘turning vanes’. Un paso más en busca de ese lavado de cara respecto a los aficionados. Nada va a paliar de forma evidente los errores del concepto aerodinámico del SF1000. Toda mejora es bien recibida. Los de rojo apelarán a la lluvia y a las manos de Leclerc.
Con lluvia todo puede pasar. A pesar de traer de cabeza a las escuderías, suele repercutir en espectáculo visual para el aficionado. Las manos de los pilotos se vuelven más importantes que nunca y las diferencias entre los coches son menos. Esperamos como siempre que nos ofrezcan un gran espectáculo.