La escudería italiana está perdiendo muchos puntos esta temporada debido a problemas de fiabilidad y de estrategia
Por fin Ferrari había dado con la tecla, por fin parecía que podían ser los mejores otra vez. La última vez que lo consiguieron fue en el año 2007, cuando Kimi Räikkönen ganó el campeonato de pilotos. Y más después de hacer doblete en el primer Gran Premio, en el circuito de Bahréin.
Sin embargo, la cosa se está complicando. Red Bull, su máximo rival, aunque Mercedes se está acercando, ha solucionado los problemas de fiabilidad de principio de temporada, y está aprovechando cada error de Ferrari.
Los italianos, que todavía tienen este tipo de problemas, se les ha juntado los problemas de estrategia. Un ejemplo perfecto fue el pasado Gran Premio, en Hungría. Carlos Sainz y Charles Leclerc salían segundo y tercero respectivamente. En cambio, Max Verstappen y Sergio Perez lo hacían desde la décima y undécima posición.
El resultado de la carrera no dejó indiferente a nadie, donde Verstappen consiguió la victoria. Su compañero acabó consiguiendo un gran quinto puesto, teniendo en cuenta la posición de salida. Por otro lado, Sainz acabó cuarto y Leclerc sexto. No hace falta decir nada más para ver que algo no funcionó.
En primer lugar, los mecánicos de la escudería italiana fueron muy lentos a la hora de cambiarle los neumáticos a Sainz. Seguidamente, decidieron ponerle el compuesto duro a Leclerc, sabiendo que aquel neumático no estaba funcionando, teniendo de ejemplo los dos Alpine.
Finalmente, Ferrari tiene que cambiar mucho las cosas de cara a la segunda parte de la temporada si quiere tener alguna opción de ganar algún título, algo muy difícil en estos momentos. No pueden cometer tantos errores, ya que Red Bull no perdona.