Vamos con esta segunda parte de los mejores momentos de la temporada 2020 de Fórmula 1. Tras el recordatorio de la primera victoria de Sergio Pérez y la alocada y disputada carrera de Monza entre pilotos no acostumbrados al podio proseguimos con otros momentos álgidos de la temporada.
La actuación de George Russell en Sakhir: Desde luego la segunda cita en Bahrein dio para mucho y ofreció una de las mejores carreras del año. En la primera entrega de nuestro especial nos referimos a la actuación de Sergio Pérez, pero si alguien mereció esa victoria tanto como él fue sin duda, George Russell. El joven talento británico, llamado a hacer grandes cosas en Formula 1 se enfrentaba a su primera gran oportunidad, nada menos que pilotar el Mercedes tras la baja de Lewis Hamilton por Covid. Y vaya si estuvo a la altura. Tras completar unos libres por delante de Bottas y una calificación muy cerca del finlandés, todo el mundo esperaba ver de que sería capaz en carrera.
Y llegado el domingo, Russell demostró a propios y extraños que le espera un futuro con muchos días de gloria en la categoría reina. Ya de paso, dejó más “retratado” si cabe a Valtteri Bottas. Superó al finlandés en la salida, se marchó y, tras el clamoroso error de Mercedes en la doble parada que nunca deberían haber hecho, Russell nuevamente rebasó a Bottas con un adelantamiento de categoría. Pero estaba de que el británico no ganara la carrera y un pinchazo lento le dejó fuera del podio, y casi de los puntos. Pero la exhibición, quedó ahí.
La remontada de Lewis Hamilton en Turquía: El británico llegó a la cita turca con el título a punto de caramelo, fin de semana pasado por agua y una Mercedes que no encontraba el punto en ningún momento. Algo que le pasa muy pocas veces a los de Brackley a lo largo del año. Pero el hambre de victoria siempre está latente en Hamilton, y así lo demostró.
Carrera complicada, con agua en pista como hemos citado, y partiendo desde atrás en la parrilla. Como en casi todas las carreras en agua, fue caótica, pasaron muchas cosas. En este tipo de GP´s siempre sacan redito los mejores pilotos, o bien por ser los más técnicos, o bien por ser los que menos errores cometen o mejor saben “leer” una carrera. Hamilton podría hacer gala de cualquiera de esas tres cosas, pero en Turquía tiró de no errar y de leer la carrera.
No tomó riesgos adelantando prácticamente, gestionó gomas con sabiduría y al final, fue la carrera la que fue viniendo hacia él y haciendo por que escalara posiciones hasta llevarse el triunfo. Toda una meritoria carrera para encumbrarle a su vez, con los puntos obtenidos, como heptacampeón del mundo de Fórmula 1.