Marcus Ericsson ha ganado las 500 Millas de Indianapolis, con diversos dramas para los favoritos, Álex Palou y Scott Dixon

Marcus Ericsson, piloto de Chip Ganassi Racing, ha hecho historia al convertirse en el segundo piloto sueco, después de Kenny Brack, en ganar las 500 Millas de Indianapolis, tras demostrar solidez durante todo el mes de Mayo en el mítico óvalo, Marcus ha conseguido la victoria más grande de su carrera deportiva, para así salvar los muebles del equipo de Chip Ganassi, después de que Scott Dixon y Álex Palou, que a priori eran los favoritos de la escuadra de Chip para ganar, se fueran hacia atrás después de distintos infortunios.

Imagen del momento de la salida, con unas gradas de fondo totalmente abarrotadas, con más de 325.000 personas presenciando las 500 Millas de Indianapolis, apodada como «The Greatest Spectacle in Racing».

Un inicio de carrera totalmente dominado por Scott Dixon y Álex Palou

La carrera comenzó a las 12:45, hora local, con un Álex Palou saliendo segundo, que se colocó primero en la primera vuelta al superar al poleman y compañero, Scott Dixon, que cayó hasta la tercera posición en la segunda vuelta, tras ser pasado por Rinus VeeKay, que duró poco en la segunda posición, ya que Scott pronto le pasó, para dos vueltas después, colocarse en primera posición al pasar a Palou, que estuvieron jugando a los relevos, como tarea de equipo, pasándose el uno al otro cada 5 vueltas aproximadamente, para así poder ahorrar gasolina cada uno al estar a rebufo de otro coche, y beneficiarse estratégicamente.

Dixon y Palou entraron en las vueltas 30 y 31 respectivamente, manteniendo posiciones, con Rinus VeeKay muy cerca, que llegó a pasar a Dixon en la vuelta 35, hasta que el neerlandés que estaba creando muy buenas sensaciones, se fue al muro en la vuelta 39, causando la primera amarilla del día, neutralización que duró hasta la vuelta 47, cuando de nuevo, Dixon y Palou se colocaron en cabeza, seguidos de Patricio O’Ward, que consiguió subir varias posiciones al alargar su primer stint, se mantuvo cerca de Palou y Dixon que se siguieron dando relevos cada 4-5 vueltas, y seguir ayudándose, el stint continuó hasta la vuelta 68, en la que Scott Dixon paró, Álex lo haría en la vuelta 70, pero justamente Callum Ilott sufrió un fuerte accidente, aunque sin consecuencias para él, que destrozaría totalmente su carrera, ya que en la IndyCar, el pitlane se cierra cuando aparece una amarilla, dejando a Palou totalmente vendido, ya que al estar dentro del pit, tuvo que pasar de largo, volver a pista, esperando a que el pit se abriera, sin suerte, ya que debió entrar y usar el servicio de emergencia, que es entrar para poner la gasolina justa para cuando se abra el pit, esto sucedió, y entró junto a todos, para después tomar una penalización de drive trough, que lo dejó en la posición número 30, en la cola de la carrera.

Varias amarillas seguían marcando la carrera

Con un Álex Palou fuera de juego, y una tremenda remontada por delante, Dixon se quedó solo en la cabeza, con Conor Daly por detrás, beneficiado por la parada justo antes de la amarilla, al igual que sucedió anteriormente con O’Ward, que seguía en el top 3 de la carrera en estos momentos, siempre cerca de Dixon y Daly que se adelantaron varias veces mutuamente, llegó la vuelta 106, y uno de los debutantes de esta edición, y de los más populares de la IndyCar, Romain Grosjean, probó por primera vez lo que es tener un accidente en un óvalo de alta velocidad, provocando que en la 108, todos entraran a boxes, sin cambios muy significativos para una relanzada en la vuelta 112, con Dixon, O’Ward y Daly liderando la carrera, que se mantuvo relativamente estable hasta la siguiente ronda de paradas, en la que Felix Rosenqvist, tras alargar más su parada, consiguió recortar tiempo con los de delante y colocarse en el grupo de cabeza, justo detrás de Dixon, y O’Ward que por momentos en este stint, le sacaba un segundo a Dixon, hasta que en la vuelta 152 volvió a aparecer la amarilla tras un fuerte accidente de Scott McLaughlin en la curva 3, que lo hizo cruzar la pista por la curva 4, a punto de crear un accidente aún mayor, que por suerte no sucedió, durante este periodo de neutralización, varios pilotos con nada que perder, entraron a repostar, para intentar llegar al final si aparecían más amarillas, la carrera se reanudó en la vuelta 159, con varios movimientos al límite de los pilotos, pero sin acabar en choque, durante dicha relanzada, Dixon volvió a colocarse primero, pasando a O’Ward.

Scott Dixon se autoeliminó de la carrera

Cuando la carrera alcanzó la vuelta 175, Scott Dixon, que iba en cabeza, entró para realizar su última parada, pasándose del límite de velocidad en el pitlane, lo cual le provocó pasar de nuevo por el pit en la siguiente vuelta, arruinando todas sus opciones de victoria, en una carrera que estaba prácticamente dominando, convirtiéndose en el piloto de la historia con más vueltas lideradas en las 500 Millas de Indianapolis, pero aún así, perdiendo un año más, esta vez por un error propio, algo raro en él, de ganar su segunda Indy 500, acabando en la posición número 21, Dixon declaró tras la carrera que era descorazonador lo que sucedió, pero que al final era su culpa.

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Marcus Ericsson entró en escena para hacer historia

En la vuelta 182, tras alargar su parada, Marcus Ericsson salió de boxes, y pasó al que era líder de la carrera, Felix Rosenqvist, ganando las posiciones a los Arrow McLaren SP, que lideraban ambos la carrera, tras esto, Ericsson iba encaminado a una victoria con un fácil final, sacando más de 3 segundos a los McLaren, hasta que uno de sus compañeros de equipo, Jimmie Johnson, tuvo un accidente a 6 vueltas del final, y provocando una bandera roja, para que pudiera haber un final con bandera verde, complicando una victoria relativamente fácil de Marcus, que se tuvo que defender en una resalida de infarto, con dos vueltas para el final de O’Ward, que intentó en la última vuelta pasar por fuera de la primera curva a Ericsson, que se mantuvo férreo y obligó a que Pato tuviera que levantar para no acabar en el muro, tras esto, Sage Karam tuvo un accidente en la curva 2, que le mandó al hospital por precaución, y volvió a salir la amarilla, que acabaría culminando la carrera, con una victoria ya más que asegurada para Marcus Ericsson, seguido de O’Ward y Tony Kanaan, Ericsson y Kanaan consiguieron salvar los muebles del Chip Ganassi Racing, después de los desastres de Dixon y Palou, una victoria que a Ericsson lo coloca como líder de la IndyCar, esta prueba puntuaba doble, ya son cinco líderes diferentes en la IndyCar en seis carreras, solo Josef Newgarden repitió, lo que demuestra una vez más, lo competida y emocionante que es esta categoría.

Mal día para los líderes del campeonato

Así son las 500 Millas de Indianapolis, una carrera que al igual que las 24 horas de Le Mans, tiene ese misticismo de elegir al ganador, además de poder ser totalmente dura y despiadada, y ese puede ser el caso de los líderes, como por ejemplo, Will Power, que llegaba a la carrera como líder del campeonato, y acaba cuarto tras quedar decimoquinto en las 500 Millas, Álex Palou, a pesar del desastre, es el único que medio salvó los muebles, ya que remontó de la posición 30 a la novena, quedando tercero en el campeonato, a 14 puntos del líder, exactamente la misma distancia con la que llegó a la Indy 500, después tenemos el caso de Scott McLaughlin, que después de un brillante inicio de temporada, cae de la tercera hasta la séptima posición de la tabla, después de su fuerte accidente en la carrera, Patricio O’Ward es otro piloto que pega un subidón enorme gracias a su segunda posición, pasando del séptimo lugar en la tabla, hasta la segunda, a solo 13 puntos de Ericsson, que como mencionamos, lo dejó como líder del campeonato gracias a 99 puntos sumados, de 112 posibles en esta prueba, cuando entró a la Indy 500 estaba octavo en el campeonato a 53 puntos del líder, casi nada.

Marcus Ericsson en la clásica imagen de ganador de las 500 Millas de Indianapolis, besando la yarda restante del óvalo original, conocida como brickyard, con su anillo de ganador ya puesto.

La IndyCar no para y este fin de semana toca despedir el actual trazado urbano de Detroit

Como mencionamos, la IndyCar no para, después de semanas frenéticas con el GP de Indianapolis, y las 500 Millas con todos sus preparativos, nos vamos directamente al circuito urbano de Detroit, trazado en Belle Island que se despide este año de la IndyCar, para hacer un retorno al circuito urbano original en el centro de Detroit, que en los 80 albergó carreras de Fórmula 1, con récord de victorias para Ayrton Senna, y desde 1989 al 1991, año en el que el circuito cerró, el CART (IndyCar), veremos quién es capaz de dominar esas calles de nuevo, pero para eso queda todavía un año, el presente será este próximo 5 de Junio, carrera que como siempre, seguiremos de cerca en Formula Ràpida.