El coche eléctrico ha llegado para quedarse. Es la solución verde para la ciudad. Pero ¿qué pasa con los vehículos de alto rendimiento? ¿Y los aviones? ¿y los barcos? En ese ámbito entran en juego los combustibles sostenibles.
Se están implementando poco a poco y, como sucede siempre en el mundo de la automoción, será un camino que se ha empezado a recorrer partiendo de las mayores competiciones internacionales, los laboratorios más grandes del mundo.
Combustible a partir de biomasa en F1.
La Fórmula 1, en colaboración con Aramco, patrocinador global, está trabajando en la introducción paulatina de este tipo de combustible, esperando lograr la huella de cero carbono neto para 2030.
Ese camino se ha iniciado ya, contando en 2022 con un combustible 10% renovable. Para producirlos se utilizan desechos municipales o biomasa no alimentaria, logrando una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de, al menos, un 65%.
Pat Symonds, director técnico de F1, explica que “los combustibles de carretera en el Reino Unido ahora tienen un 10 % de etanol, pero no es el mejor combustible para un alto rendimiento. Entonces, lo que estamos haciendo es sintetizar un combustible totalmente sostenible y de alto rendimiento, y eso es algo que es difícil de hacer y difícil de hacer en las cantidades que necesitamos.”
Con este combustible producido a partir de biomasa no alimentaria, aunque se sigue creando dióxido de carbono como subproducto, no hay CO2 neto ya que el que se crea ya está en la atmósfera o habría terminado en ella de todos modos.
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Coches eléctricos y, ¿aviones eléctricos?
Desde la Fórmula 1, justifican esta tendencia a los biocombustibles basándose en estudios que apuntan a que para 2030 el 8% de los coches sean eléctricos en las ciudades. Para el resto de transportes se necesitará una solución diferente. ¿Pueden existir aviones o barcos 100% eléctricos?
La Unión Europea también trabaja en ello. Los combustibles sostenibles son la mejor solución a media plazo para el sector de la aviación. Uno de los objetivos es introducir los biocombustibles gradualmente, siendo del 5% en 2030 hasta un 32% en 2040.
“El sector de la aviación es uno de los más difíciles de descarbonizar, y como no podemos permitirnos desarrollar toda una tecnología nueva de la noche a la mañana para hacer aviones eléctricos, sustituir los combustibles fósiles por otros sostenibles como los e-fuels es la mejor manera de reducir las emisiones”, explica David Cebon, profesor de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Cambridge, en declaraciones recogidas por ‘El Español’.
Combustible sostenible en el Dakar a partir de… ¿hidrógeno?
En el Dakar, este año, los combustibles sostenibles ya han tenido protagonismo. El equipo español Astara Team, que tenía a Jesús Calleja y Oscar Fuertes como pilotos, utilizó una mezcla producida a partir de hidrógeno.
“Lo normal cuando hablamos de combustibles sostenibles es que se use el hidrógeno verde, que se consigue a través de la electrólisis del agua, un proceso por el que se descomponen las moléculas de agua (H₂O), en oxígeno (O2) e hidrógeno (H2) con energía eléctrica”, explica Cebon. “Para que el combustible sea realmente sostenible esa electricidad tiene que proceder de energías limpias, como la eólica o la solar”.
No todo es perfecto.
Si la producción de las baterías de coches eléctricos genera controversia por la contaminación producida, los combustibles fósiles no se quedan atrás.
Como indica David Cebon en ‘El Español’, existen diferentes maneras de conseguir el gas hidrógeno, siendo algunas de ellas mucho más contaminantes que el propio CO2. Es el caso del hidrógeno azul, que se obtiene a partir de fuentes fósiles. En el mejor de los casos, las tecnologías empleadas son capaces de capturar entre un 85% y un 95% del CO₂, es decir, habrá entre un 5 y 15% que se filtrará a la atmósfera.
En definitiva, los combustibles sostenibles, producidos a partir de biomasa o de hidrógeno, empiezan a ser una alternativa real a lo eléctrico, habiéndose iniciado un camino del que aún queda mucho por recorrer. Eso sí, los primeros pasos, ya se han dado.