La novedad del Halo ha creado una polémica en la que prácticamente todo el mundo ha dado su opinión sobre la nueva medida de seguridad. Fernando Alonso se ha mostrado muy tajante a la hora de evaluar este tema y ha asegurado que «no debería haber debate en una medida de seguridad que sirve para proteger el cockpit de los pilotos». Las palabras del asturiano llegan después de las que pronunció el Jefe de Mercedes, Toto Wolff, quien dijo que sacaría el Halo del Mercedes si le dieran «una motosierra». Alonso reconoció también que la estética hoy por hoy no es la mejor, pero que «está seguro de que en el futuro tanto la categoría como los equipos encontrarán la forma de mejorar esta cuestión».
Por su parte, Sebastian Vettel también mostró su tolerancia hacia el Halo. «Durante la configuración del asiento estuvo bien. Pensaba que sería más molesto de lo que realmente es. Así que estoy deseando probarlo ya en pista y estoy seguro de que al final todos nos acostumbraremos a él».
En una columna publicada en la web oficial de Red Bull, Daniel Ricciardo sugirió que la llegada del Halo no es tan dramática como otros cambios estéticos que se han producido a lo largo de la historia de la F1. Puso como ejemplo el cambio en los alerones posteriores más pequeños y elevados en 2009.
«Creo que estará todo bien. No me malinterpretéis. No me gusta mucho como luce, pero creo que estará bien y que tendremos rápidamente otras cosas de las que hablar, sobre todo cuando empiece la competición». El piloto australiano siguió explicando: «Recordad el 2009, el año en que Brawn ganó el título y los monoplazas eran realmente diferentes a los del año anterior con los alerones posteriores pequeños, casi como los de F3. La gente no se lo podía creer cuando vieron los coches por primera vez y hablaron mucho sobre el tema al principio, pero luego todos nos acostumbramos y pasamos página». Ricciardo, finalmente sentenció: «Aquello fue mucho más dramático que el Halo».