El pasado fin de semana la Fórmula E visitó Oregón por primera vez, para disputar el Portland ePrix 2023, evento nuevo en el calendario. La carrera fue, sin lugar a dudas, la más entretenida de la temporada hasta el momento, ¿pero en el buen o en el mal sentido de la palabra?

La primera visita del Campeonato Mundial de Fórmula E a Oregón se vio marcada por una excesiva cantidad de acción, lo cual normalmente no causaría ningún tipo de problema, pero distintas opiniones en redes sociales sugieren que, incluso para los estándares de la categoría, ésta vez fue demasiada acción.

El Portland ePrix 2023 pasó a la historia del Campeonato como la carrera con mayor número de rebases, siendo estos un total de 403 en todo el evento.

Si bien, los rebases siempre son positivos en cuanto a pelea y acción se refiere, también es cierto que 403 es una cantidad extravagante, sobre todo cuando gran parte de estos movimientos se realizaron por estrategia, y no por competencia neumático con neumático.

Fanáticos de la categoría comienzan a preguntarse si esto realmente hace atractiva a la Fórmula E o solo la convierte en un show sin sentido.

El circuito

El Circuito Internacional de Portland es un circuito especialmente construido para albergar carreras de IndyCar y NASCAR, con algunas curvas rápidas y pocas áreas de frenado, convirtiéndolo en el único de su especie en el calendario de Fórmula E.

Aunado a esto, es un circuito en el que ninguno de los 22 pilotos de la parrilla había corrido anteriormente, añadiéndole al fin de semana un aire de incertidumbre.

Siendo entonces un circuito totalmente desconocido para los equipos y competidores, sin duda la carrera daría algo de que hablar.

Ya lo comentaba James Rossiter, team principal del equipo de Maserati:

“Portland se perfila como una de las carreras más desafiantes de la temporada. […] El circuito tiene una gran cantidad de curvas rápidas, pero muy pocas áreas de frenado, lo que muy probablemente hará la carrera una altamente estratégica y con una dependencia del slipstream.”

Si bien circuitos como Yakarta o Berlín comparten ciertas características con Portland, éste último da pie a una carrera basada más en estrategia que en competencia directa.

La controversia

Exactamente lo que señaló Rossiter, fue lo que obtuvimos el día sábado. La carrera se basó puramente en la ventaja que el slipstream podía brindarles a los pilotos. En pocas palabras, ningún piloto quería liderar el grupo, y fue esto último lo que molestó a más de algún fanático.

No es la primera vez que vemos esta situación en una carrera de automovilismo. Un ejemplo muy cercano es el caso de Fórmula 1 con el Circuito de Sochi, dónde se corría el Gran Premio de Rusia, que, al tratarse de un circuito con una recta principal tan larga antes de la primera alcanzar la primera curva, te beneficias más del slipstream que de salir primero..

Sin embargo, la carrera en Portland se vio totalmente opacada por el diseño del circuito, haciendo que los pilotos se intercambiaran posiciones repetidamente, privándolos de competir mano a mano y de tener un verdadero ritmo de carrera. Esto, de acuerdo a fanáticos, le quita atractivo a la categoría.

Y es que, como aficionados del deporte lo que se espera es obtener acción y una probadita del espíritu competitivo que la categoría y los pilotos tienen en ellos, es la esencia de toda carrera, y según seguidores, en Portland fueron robados de eso.

Ver 403 rebases en circunstancias normales sería más que atractivo y significaría lo que cualquier fanático de este deporte soñaría, una carrera llena de acción, emoción y competencia directa, considerando además que se trata del circuito donde se corrieron las vueltas más rápidas en la historia de la Fórmula E hasta el momento.

Pero, ver 403 rebases bajo estas circunstancia tuvo el efecto contrario, manchando completamente el debut del Portland ePrix en el calendario y dejando con muy mal sabor de boca a muchos aficionados.

¿Es hora de hacer ajustes a las regulaciones?

Además del slipstream, también fue fuertemente criticada la regulación de la Fórmula E en cuanto a la cuota de energía otorgada.

Y es que en el Portland ePrix 2023 los equipos priorizaron la energía e implementaron estrategias de ahorro de la misma para enfrentar las últimas instancias de la carrera, razón por la cual solo se obtuvieron pocas vueltas de competencia directa hasta el final de la competencia.

Aficionados en redes sociales señalan que esto podría ser fácilmente arreglado aumentando la cuota de energía de los monoplazas, lo que permitiría ver estrategias menos conservadoras y mejor ritmo en las carreras.

Evidentemente, hacer cambios a las regulaciones representa un proceso largo que no se puede desarrollar de noche a la mañana, pero los fanáticos lo exigen para que tanto ellos, como pilotos y equipos obtengan la verdadera competencia que merecen tener.

Que también podría corregirse con la categoría limitándose a correr en circuitos específicos para favorecer las características de sus monoplazas, también es cierto, aunque tocará esperar para ver lo que el Campeonato mismo opina.