Charles Leclerc salió contento de su carrera en Singapur, a pesar de la mala fortuna que le arrebató las opciones del podio.

Después de su controvertida actuación en Monza, donde muchos le achacaron competir tanto con su compañero de equipo, el monegasco llegaba a Singapur con ganas de reivindicarse. El jueves en rueda de prensa, no obstante, se mostraba desconfiado con la posibilidad que planteaba Helmut Marko de que fueran el equipo a batir.

El viernes comenzó de la mejor forma posible, liderando los primeros libres y quedando segundo en los siguientes; con un doblete de Ferrari en ambas pruebas. En los terceros libres, las expectativas comenzaban a rebajarse un poco para Leclerc, siendo quinto en la última sesión de libres. Al otro lado del garaje rojo, Carlos volvía a liderar la prueba.

Ya en la clasificación, Leclerc estuvo a punto de caer en Q2 por culpa de una bandera amarilla que le hizo no poder mejorar su tiempo lo suficiente en el último intento. A pesar de ello, pasó como décimo piloto a la Q3, donde consiguió ser tercero, a tan sólo 7 centésimas de su compañero Carlos Sainz, que hizo la pole, y a 7 milésimas de Russell, que arrebató a los de Maranello el doblete.

Una estrategia agresiva hizo que, saliendo con neumáticos blandos, Leclerc se pusiera segundo en la salida, comenzando su tarea de defender la victoria de Sainz. Un safety car provocado por Logan Sargeant le hizo perder posiciones al parar, perdiendo también las opciones de podio. Ya con neumáticos duros se sumó a la procesión en la que se convirtió la carrera, siendo eventualmente adelantado por los Mercedes, que hicieron dos paradas. Al final fue cuarto, debido al accidente de Russell justo antes de terminar la carrera.

Leclerc celebró junto a Carlos Sainz la victoria y se mostró muy contento con todo el trabajo realizado por el equipo, cumpliendo todas las órdenes del muro para defender al español; lo que despeja las dudas sembradas por algunos medios sobre la relación de los dos pilotos del equipo italiano o la lucha interna que se vive en Ferrari.