Mientras Max Verstappen se proclamaba campeón del mundo, Sergio Pérez volvió a firmar un fin de semana terrible en Catar.

La temporada de Checo Pérez, a pesar de las dos victorias firmadas al comienzo de la misma, ha sido de aquellas que provocarían la bajada a Toro Rosso si fuera un piloto de la academia de Red Bull. Después de la retirada en Japón, Pérez tenía la necesidad de reafirmarse; pero no pudo hacerlo en el formato Sprint.

Después de firmar una correcta actuación en los primeros libres (quedando a más de medio segundo de su compañero) la noche catarí se le atragantó a Sergio Pérez, donde los límites de pista tan discutidos este fin de semana hicieron que se quedase fuera en Q2 de por quinta vez este año.

El sábado de Checo no fue mucho mejor. En la clasificación para el sprint sí que entró en la SQ3, aunque sólo pudo ser octavo con el mejor coche de la parrilla. Sólo Ocon y Alonso, con vueltas invalidadas, fueron peor que él en la última ronda de clasificación. Por la tarde, en la carrera sprint, un toque con Ocon y Hulkenberg lo dejó fuera. Mientras tanto, su compañero de equipo Max Verstappen se proclamaba campeón del mundo.

Si la carrera del domingo hubiera sido normal, quizás la habilidad de Checo para cuidar las gomas en un circuito tan agresivo hubiera hecho la diferencia. No obstante, debido a la limitación de 18 vueltas de cada juego de neumáticos impuesta por la FIA, esta carta no se pudo jugar. Después de una carrera con muy poco ritmo y dos penalizaciones por límites de pista, Sergio Pérez terminaba la carrera en décimo lugar, sumando tan sólo un punto para el mundial.

Si bien es cierto que se ha asegurado que Checo seguirá en Red Bull, cada vez son más voces las que claman por el rendimiento del mexicano. El retorno de Ricciardo a Alpha Tauri y el buen rendimiento de Lawson son peligrosos para él. Quién sabe lo que podría pasar el próximo año…