Gabriel Bortoleto y Pepe Martí han dejado hoy detalles en pista que denota que están a otro nivel y tienen un talento propio de los campeones.

Gabriel, líder del campeonato, no tuvo una brillante clasificación, pero ha sido capaz de progresar durante la carrera de hoy con una impecable gestión de los neumáticos hasta dar caza a Nikita Bedrin.

La vuelta perfecta de Bortoleto

El piloto de Jenzer trataba de defender la segunda posición en la última vuelta pero tenía detrás a un Bortoleto que no se conformaría con el tercer puesto. Este le siguió durante todo el primer y segundo sector a escasos centímetros, buscando su oportunidad tras las zonas de DRS o en la chicane, pero sin éxito.

Así llegaron a las dos últimas curvas. Bortoleto se enseñó por el exterior, obligando a Bedrin a tapar el interior de la curva. Así, el brasileño le hizo el habitual lacito para salir con más tracción antes de encarar la última curva de la carrera.

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Lo que puede resultar una maniobra habitual quedó, en este caso, en la culminación de una vuelta perfecta por parte de Bortoleto, que estudió a su rival, buscó todas las opciones posibles y efectuó el adelantamiento en un punto inusual del circuito, sorprendiendo y siendo efectivo para alcanzar su objetivo. Destellos de campeón.

El peor final para la mejor actuación

Otro que también tuvo una actuación digna de mención es Pepe Martí. El español partía 13º y mantuvo ese lugar en la salida. Siendo consciente de la enorme degradación que esperaba en las vueltas finales, se tomó la primera parte de la carrera con calma. Gestionando y manteniendo el ritmo, sin tener prisa por atacar y superar a rivales, lo que sería lógico saliendo tan atrás. Sin embargo, supo mantener la calma hasta el momento indicado.

Superado el primer tercio de la carrera cambió el ritmo y comenzó a superar a rivales. Beganovic, Fornaroli, Edgar… hasta que salió el coche de seguridad.

Martí, sabiendo que estaba perdiendo la batalla contra Bortoleto, saldría con el cuchillo entre los dientes en la relanzada. Con todos los coches agrupados era la ocasión perfecta para ganar algunas posiciones más y minimizar daños.

Ya con bandera verde, en la recta de meta, se lanzó a por Tsolov. Le amagaba por el interior para después virar al exterior y, desde ahí, alargar la frenada para superarle en la siguiente recta y mantener en interior en la curva dos.

No llegó a ese punto pues Tsolov también alargó la frenada, midiendo mal y colisionando con el español que quedaba parado en el medio de la pista.

Pese al desastroso final de la carrera de Pepe, su gestión de los neumáticos, su remontada en el momento indicado y su garra para avanzar posiciones con una gran maniobra tras el coche de seguridad son, sin duda, destellos de campeón.

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