Gran actuación tanto del equipo francés, dejando una imagen mucho más solida y competitiva que en Imola y Baréin, así como del asturiano; con gran ritmo y agresividad durante toda la prueba.

Ha sido como tener flashbacks del tramo final del año pasado, en el que Renault peleaba por podios casi con cierta regularidad y ya tenía por rutina colocar ambos monoplazas, algo que el inicio de este 2021 parecía habernos arrebatado.

La mejoría de los galos es clara, aunque a la vez es prioritario ser cauto ya que cada circuito parece ser un mundo. ¿Han encontrado la tecla? Difícil responder y más después de únicamente una carrera con síntomas de mejoría; pero sin duda, la línea que han encontrado en Enstone parece paliar un diseño inicial algo radical, y, quizás erróneo.

Ahora viene el Circuit de Catalunya¸ un trazado de sobras conocido por pilotos y equipos, ya que suele ser la sede de las pruebas invernales y el circuito elegido por la mayoría de las factorías en sus simuladores y pruebas de desarrollo. Ahora bien, será clave ver si la configuración de Montmeló se podrá adaptar al diseño del A521 o si bien, volveremos a ver de nuevo un monoplaza que navega errante por la parte media de la parrilla.

En cuanto Alonso, el que les deja estas líneas veía bochornosa cualquier duda sobre el potencial rendimiento del asturiano, aunque su actuación en Imola no fue un gran argumento para liderar su defensa. Hoy, en Portimao, se ha visto la ferocidad y la precisión suiza que han caracterizado siempre al de Oviedo. Preciso cual metrónomo, ha sabido remontar y paliar dos errores propios (e impropios en él), la clasificación y el error en la curva 5.

Sea lo que sea, Alpine es un proyecto sólido que debe seguir construyendo su hoja de ruta, abanderada esta por un bicampeón del mundo, y por un joven francés que no anda escaso de talento.