Como una mente privilegiada pudo hacerse hueco en el mayor espectáculo del mundo.

Lotus es sin duda uno de los equipos más brillantes de la Fórmula 1. Su fundador Anthony Colin Bruce Chapman contribuyó a este éxito.

Primeros pasos en la competición

En 1952 Colin creó Lotus Engineering Company, una empresa que fabricaba y vendía coches de carreras en kit.

En 1957, se introdujo en la competición de automóviles, primeramente en la F2, que era más económica debutando con el Lotus 12.

Gracias a los éxitos obtenidos, en 1958, modificó el Lotus 12 y empezó a correr en el campeonato de la F1, en el GP de Mónaco. Sus primeros pilotos fueron Cliff Allison y un mecánico del equipo, un tal Graham Hill.

Hasta el GP de Bélgica de ese mismo año no consiguieron puntos, 3 carreras después de su debut.

En el GP de Mónaco de 1960, Stirling Moss logró la primera victoria con un Lotus, pero no el oficial, sino con el equipo RRC Walker Racing Team. Como curiosidad, esta victoria fue gracias al revolucionario cambio del motor trasero del Modelo 18. 

1960 también será recordado por el debut de Jim Clark con la escudería inglesa. Hasta 1961, una temporada dominada por los Ferraris, Innes Irland logró la primera victoria con el equipo oficial.

La primera pole del equipo la lograron también en esta misma temporada, pero fue a manos de John Surtees, en el GP de Portugal.

Grandes innovaciones

La primera gran revolución se dio en 1962, con el Lotus 25, la escudería se convertía en el primer equipo en competir con el primer monoplaza con un chasis monocasco. Gracias a ello podrían volver a competir por victorias y el campeonato. Aunque ese mismo año quedaron subcampeones en ambos mundiales.

Un año después, retocaron un poco el Lotus 25, y a manos de Jim Clark arrasó el mundial y ganó el 70% de las carreras. Lotus lograba sus dos primeros mundiales.

Pasaron varios años sin ninguna gran innovación, pero en el GP de Mónaco de 1968, al Lotus 49B se le implantan unos deflectores laterales en la parte delantera, un primer boceto de los actuales alerones delanteros.

Tan solo un año más tarde, Chapman daba con una nueva revolución, en el GP de Francia de 1969 el Lotus 63 se convertía en el primer F1 con tracción a las cuatro ruedas.

Aunque esta novedad acabaría siendo un fracaso y sus pilotos se negarían a conducir un auto con ese sistema.