A las 15.00 horas del sábado pasado, como sucede todos los años en junio, daba comienzo una atípica edición de las 24 horas de Le Mans. Cada piloto desde su casa, pero todos los coches en el circuito de La Sarthe.

El evento organizado por el WEC contaba con el más mínimo detalle y fue calificado por prensa y pilotos como uno de los mejores eventos virtuales hasta la fecha.

Las grandes diferencias existentes en F1 o WEC han sido siempre el punto de mira de numerosas críticas. La ausencia de igualdad merma el espectáculo que el aficionado quiere ver. En este evento, con todos los chasis idénticos, los equipos debían demostrar su valía en la puesta a punto antes de la carrera y su habilidad durante el transcurso de la misma.

Esta igualdad mecánica ha permitido ver una carrera muy ajustada pese a su duración. No fue hasta los últimos compases de la carrera cuando se decidió la victoria y los puestos de podio. Además, la prueba estuvo liderada por diferentes equipos que fueron pasando por el primer puesto en distintas ocasiones. Esto no solo sucedió en LMP, los GTE no se quedaron atrás y brindaron un bonito espectáculo.

Todo puede pasar en Le Mans

La cruz del evento, sin duda, fueron los problemas técnicos pese a que se había tratado de reducir riesgos como explicamos en la previa. El primero en sufrir las consecuencias de competir en un mundo virtual fue Fernando Alonso. Tras cometer un error y colisionar con un rival fue penalizado con un drive through. Sin embargo esta penalización se le asignó antes de que pudiera repostar en boxes con lo que salió a pista sin combustible para completar una vuelta. El equipo de Max Verstappen también tuvo problemas de conexión, obligándoles a abandonar cuando luchaban en el top5.

Ambos equipos se reengancharon a la carrera tras los periodos de bandera roja. Ambos fueron avisados por radio por el director de carrera y ambos tenían el mismo motivo: los problemas técnicos con el servidor. Tras el reinicio de este, se relanzó la carrera con coche de seguridad hasta volver a bandera verde.

Charles Leclerc también quiso compartir su frustración en redes al sufrir los errores de la plataforma. Su Ferrari permanecía en medio del pitlane boca abajo y el monegasco no conseguía reiniciar la marcha.

La organización apostó por tener un evento lo más real posible. Por ello se penalizó a numerosos equipos que, en arriesgadas maniobras de adelantamiento, colisionaban con los rivales. Por otro lado, los grafismos que se pudieron ver durante toda la carrera eran propios de una retransmisión real, informando puntualmente de la distancia entre pilotos, la lucha por posición, los puestos ganados o perdidos en la carrera…

Finalmente, el tradicional ondeado de la bandera francesa tampoco faltó al inicio de las 24h de Le Mans, aunque la combinación de lo real y lo virtual, en este caso, no resultó ser idónea.

Rebellion Williams y Porsche salen victoriosos

No podemos olvidarnos de los ganadores de la cita. El Rebellion Williams de Deletraz, Wisniewski, Marciello y Brzezinski venció en la categoría LMP mientras que el Porsche de Tandy, Güven, Östgaard y Rogers hizo lo propio en la categoría GTE.

Ambos equipos, como si de una edición real se tratase, celebraron la victoria con euforia y fueron entrevistados al término de la carrera.

El éxito del evento quedó reflejado en los comentarios de los pilotos al finalizar. Algunos de ellos, además, coincidieron el su deseo de competir realmente en las 24 horas de Le Mans. Puede que, en un futuro, veamos a Gasly, Leclerc o Norris en la mítica cita, aunque por ahora nos conformaremos con disfrutar de lo virtual.