Alex Albon tenía grandes expectativas por la carrera en Bakú, pero se volvió a casa con el saco de puntos vacío.

La pista situada en las calles de Bakú, con grandes rectas, hacía que Williams tuviera esperanzas en repetir la hazaña de puntuar, después de un gran inicio de temporada. El propio piloto tailandés se mostraba confiado, tanto por el formato como por el trazado. En la rueda de prensa del jueves decía que para los equipos de media tabla, la posibilidad de que los grandes fallasen les abría muchas puertas, con más oportunidades para puntuar.

El viernes comenzó bien para el piloto, que completó los únicos entrenamientos libres de la semana en la novena posición y siendo el piloto que más giros dio, con 25 vueltas al trazado urbano. Ya al final de la tarde, ambos pilotos de Williams lograban pasar de la Q1, pero Albon sólo fue capaz de ser decimotercero en la Q2.

El ex piloto de Red Bull firmó una sensacional clasificación para el Sprint en este nuevo formato, pasando a la última de las tres rondas y llegando a clasificar por delante de los pilotos de Aston Martin, afectados por los problemas del DRS que han marcado su fin de semana; en un sensacional séptimo lugar, sólo por detrás de Red Bull, Ferrari y Mercedes.

A pesar de los dos grandes resultados de las sesiones de clasificación, los ritmos de carrera marcados por los dos Williams fueron más decepcionantes. Durante el Sprint, Alex Albon sólo pudo ser noveno, quedándose a las puertas de la última posición de puntos de esta carrera más corta, bastante lejos del octavo clasificado, que fue Lance Stroll.

En la salida de la carrera del domingo Albon tuvo un contacto con Oscar Piastri, lo cual marcó el resto de su carrera, en la que el piloto de Williams se mantuvo luchando en un tren de pilotos que se encontraba peleando por el último puesto de puntos, junto con el McLaren y los Haas. No obstante, se mostraba satisfecho con el trabajo realizado al final del fin de semana.