Después de su accidente, y pasar el quirófano y un gran fin de semana en Baréin, había mucha expectación por ver a Lance Stroll en Jeddah.

Muchas dudas había de si Lance Stroll debía o no montarse en su Aston Martin en la primera carrera del año; pero finalmente lo hizo y nos dejó una gran actuación bajo la noche de Baréin. Ya recuperado, y viendo el gran rendimiento de su equipo, el propio Lance Stroll decía tener muchas ganas de la cita en tierras saudíes, a pesar de contar aún con dolor en las manos.

El viernes comenzó para él con un gran susto, y es que en la primera sesión de entrenamientos libres rozó el muro y estuvo a punto de provocar un gran accidente. A pesar de ello, terminó la sesión sólo por detrás de los Red Bull y de su compañero Fernando Alonso. La sesión de tarde, más centrada en simulaciones de carrera, transcurrió de forma plácida para él, siendo séptimo.

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El sábado fue un día agridulce para Stroll. En la última sesión de libres del fin de semana volvió a encaramarse a las primeras posiciones, repitiendo el cuarto puesto alcanzado en los primeros libres. Ya en la clasificación, su último intento de Q3 prometía incluso para pole; pintando de morado el primer sector, pero un error en el último tramo del circuito le dejó «tan sólo» sexto. A pesar de ello, se mostraba satisfechó con el resultado.

Debido a la sanción de Leclerc, Lance Stroll comenzó en quinta posición el Gran Premio, regalándonos probablemente el mejor adelantamiento de la jornada, por el exterior a Carlos Sainz. Un destello de un piloto muchas veces criticado, pero que se está demostrando a la altura de un gran coche y un gran equipo.

A pesar del fantástico comienzo, un problema en los frenos de su AMR23 le dejó fuera de combate, provocando un Safety Car que la mayoría de pilotos aprovecharon para parar. Una verdadera lástima, ya que podría haber optado a pelear por un gran botín de puntos de gran valor para Aston Martin.