La increíble llegada de Pedro Acosta, mejor rookie y además Campeón del Mundo de Moto3, logró eclipsar al resto de ‘novatos’ de la categoría que, sin embargo, lograron un debut brillante.

Que Pedro Acosta cautivó y emocionó a todo el mundo – o a casi todo el mundo – desde su debut en Qatar ya lo sabemos. La primera carrera logró un podio. La segunda, la ganó. Y cómo terminó la historia, también lo sabemos. No solo fue su curiosa naturalidad por desenvolverse delante de las cámaras lo que hizo que la prensa lo comparara con pilotos del calibre de Marc Márquez, sino su talento, agresividad y astutez en pista. Con tan solo diecisiete años ha logrado hacerse un hueco en la historia del motociclismo español. 

Acosta consiguió algo que no lograron ni Valentino Rossi, ni Marc Márquez y tampoco Joan Mir (por citar algunos de los últimos campeones de MotoGP): liderar su primer entrenamiento en el mundial. En el horizonte estaba acabar como el mejor rookie de 2021, aunque esta designación quedó olvidada tras ganar el Campeonato. Se llevó al bolsillo seis victorias – tres de las cuales, por cierto, fueron consecutivas -, una pole y dos podios más. Desde Loris Capirossi, en 1990, nadie ganaba seis grandes premios en su primer año en una categoría del Mundial.

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NO TODO FUE DE COLOR ROSA

Nunca dejó de creer en él mismo. También lo hizo Aki Ajo. En 2019 se proclamó subcampeón de la Red Bull Rookies. Ahí fue cuando llegó uno de los peores momentos en su trayectoria como piloto. El murciano se quedó sin equipo y sin saber qué iba a ser de su carrera. 16 años y su futuro en el aire, hasta que apareció Aki, quien le propuso sumarse a las filas del Red Bull KTM Ajo.

«Me he pasado la última vuelta llorando», explicaba tras proclamarse Campeón del Mundo en Portimao. «Hace menos de un año estaba sin equipo y solo puedo agradecérselo a quienes confiaron en ese niño que parecía que nunca iba a llegar», confesaba entre lágrimas el joven murciano. «Ha acabado un año muy duro. Estas últimas carreras las acababa con dolores. No es normal llegar a un Mundial y hacer esto. Si alguien tenía que creer en mí, era yo», sentenció el Tiburón de Mazarrón.

LO NORMAL EN UN ROOKIE

La llegada Acosta, como si de un huracán se tratara, consiguió que grandes rookies quedaran en un segundo plano. Pedro no es el único de los ‘novatos’ que ha realizado una gran temporada. El resto quedaron eclipsados, cuando en realidad a un rookie no se le puede pedir grandes exigencias. Podemos hablar de Izan Guevara, Campeón del Mundial Junior de Moto3 del FIM CEV Repsol en 2020 y con un talento increíble. Su progresión ha sido impecable a lo largo de la temporada,  yendo de menos a más y adjudicándose al final del calendario una trabajada e inesperada victoria en Austin. Finalmente, acabó octavo, sumando 125 puntos en la tabla. Dentro del top 10. Un muy buen resultado para un debutante.

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Otra de las grandes promesas del motociclismo español es Xavi Artigas. Sin embargo, la suerte no ha estado a su favor. Baja por covid, alguna que otra caída y fallos en la moto. No obstante finalizó la temporada por todo lo alto, ganando la última carrera en Valencia, que le permitió ser el tercer mejor rookie con 72 puntos acumulados y finalizar la temporada decimoquinto.

Siguiendo la línea de pilotos en mala racha no podemos evitar hablar de Adrián Fernández. El hermano pequeño del rookie del año de Moto2, Raúl Fernández, ha vivido una temporada complicada en su debut en el campeonato. Las cosas no han funcionado en el equipo Sterilgarda Max Racing Team de Max Biaggi, y hasta días antes del GP de Valencia no sabíamos cuál sería el futuro del piloto, sin contrato para 2022. A última hora se confirmó que tendría un sitio en Moto3, con el Red Bull KTM Tech3, la marca que apostó por su hermano mayor cuando las cosas no iban bien en el equipo Aspar en 2019. Finalmente, Adrián finalizó el campeonato en la posición número 22, acumulando 30 puntos. ¿Quién sabe si el salto a KTM supondrá un renacimiento para Adrián como lo supuso para su hermano Raúl?