Ah, la pretemporada de la Fórmula 1… un bonito momento del año en el que los equipos sacan a pista sus nuevos coches, los prueban por primera vez para buscar tiempos, encontrar reglajes básicos y hacerse a la máquina que van a usar en una veintena de Grandes Premios. Un momento emocionante para cualquier aficionado al automovilismo y a la Fórmula 1 pero también para los propios protagonistas. A menudo, se sacan muchas conclusiones, pero prácticamente queda limitado a lo personal, a lo propio. Ver cosas desde fuera es complicado, demasiado a menudo. Mercedes, Ferrari y Red Bull en lo más alto. ¿Lo demás? ¡Menos lobos, caperucita!

Todo tiene una lectura positiva y otra negativa. Empezamos con lo malo primero; hay pocas cosas claras después de las dos semanas de pruebas en Barcelona, más allá de que hay que partir de lo visto en 2017. Mercedes, Ferrari y Red Bull siguen siendo los grandes favoritos y salvo desastre, entre ellos estarán todas las victorias de esta temporada. ¿Lo bueno? Tenemos hasta el Gran Premio de Australia para elucubrar, debatir, imaginar y soñar… hasta que llegue la realidad de lo que vayamos a encontrarnos, sea lo que sea.

Los tiempos de las dos semanas de test, sobre todo de la segunda, muestran una realidad muy particular. Ferrari fue el equipo que marcó mejores tiempos. Los coches italianos fueron los más rápidos, usando los neumáticos hiperblandos para demostrar hasta qué punto podían ser veloces. Con Sebastian Vettel ligeramente por delante de Kimi Räikkönen, las cosas parecen tener todo el sentido del mundo. Pero claro, las cosas nunca son tan fáciles y a Mercedes no hay que descartarla jamás. Sobre todo cuando es tan evidente que están guardando rendimiento y ocultándose que ya nadie lo pone en duda.

Para entender algo de lo que sucedió en la pretemporada 2018 de la Fórmula 1, hay que tener en cuenta la información esencial que proporcionó Pirelli durante la semana; las diferencias aproximadas de tiempos entre los compuestos más blandos. Las ocho décimas entre los medios y los blandos, las cuatro décimas entre blandos y superblandos, las seis décimas entre superblandos y ultrablandos y las siete u ocho décimas estos últimos y los hiperblandos. Todos estos números son y serán la clave para hacer cálculos rápidos sobre qué equipos van a estar arriba en Australia y en las siguientes carreras. Evidentemente, nadie logró su mejor registro con medios y en su lugar vimos los cuatro compuestos más blandos con todo el protagonismo. Pero como siempre, hay algo más.

El mejor tiempo de Mercedes con neumáticos medios fue un 1:18.6 con Valtteri Bottas que no fue en ningún caso el mejor registro del equipo a lo largo de la semana. Pero quizás sí fue el más interesante. En las mismas condiciones que marcó ese tiempo pero con neumáticos hiperblandos, debería estar en un 1:16.0 o 1:16.1 con los hiperblandos. Eso les dejaría un segundo por delante de los Ferrari… poco probable, pues seguro que en Ferrari también guardaron algo de tiempo en sus bolsillos. Pero, ¿un segundo? Además, se sabe que Mercedes sufre con los compuestos más blandos, al igual que el año pasado, así que tendría sentido que hubieran centrado su trabajo en las gomas que mejor se les dan.

Precisamente esos problemas de Mercedes podrían ser la muesca a la que se agarrara Ferrari para intentar amenazar a las flechas de plata. A diferencia de otros años, los italianos han intentado ser algo agresivos al cambiar el planteamiento de su SF71-H para intentar acercarse a sus rivales en circuitos donde el año pasado eran batidos de forma clara. En Ferrari sacrifican algo de la ventaja que tenían con el coche de la pasada temporada, ampliando la distancia entre ejes. Sí, el coche se parecerá más al Mercedes, pero manteniendo las señas de identidad que el año pasado resultaron tan exitosas. Si llegarán o no a pelear por el título, el tiempo lo dirá, pero es una opción interesante.

¿Y en cuanto a Red Bull? Sus registros son competitivos, claro, y es evidente que buscan amenazar a los dos equipos de cabeza, con Max Verstappen como el más explosivo de los dos y el que consiguió los mejores registros en Barcelona. Daniel Ricciardo se centró más en tandas largas, lo que alimentaría la teoría de que el equipo repartió tareas entre sus pilotos. Si no pasa nada raro, deberán estar más cerca este año que el pasado. ¿Será suficiente? Sería fantástico, porque tres equipos darían mucho juego peleando por las victorias. Aunque seguramente, en Red Bull están pensando ya en un 2019 en el que podrían usar motores Honda…

Honda… otra de las grandes protagonistas de la pretemporada 2018. Su falta de roturas de motor fue inesperada, como también el buen rendimiento general visto en los Toro Rosso. En el otro lado de la balanza, McLaren sufrió mucho más de lo esperado con una terrible falta de fiabilidad que les dejó en la cola en cuanto a kilómetros recorridos. Para McLaren, raro fue el día en rodaron una jornada sin problemas, y en algunos casos hasta con dos ‘sustos’ en la misma sesión. En Toro Rosso, teóricamente, montaron varios motores la primera semana y solo uno la segunda. Eficacia quizás no infalible pero infinitamente mejor que en 2017. Y en McLaren, motor nuevo pero problemas parecidos a los vividos con Honda tanto a nivel de fiabilidad como velocidad punta. Eso sí, con mejor rendimiento.

Ahí está probablemente la baza de McLaren, con un rendimiento que les sitúa, junto a Renault, en un buen lugar. Los dos equipos que comparten propulsor deberían estar en el grupo perseguidor y ser capaces de pelear por ser el mejor equipo de los mortales, tras las grandes tres escuadras. En la lucha estarán con Force India, Williams, Haas… se nos viene una temporada apasionante y repleta de batallas. Si las cosas están algo más ajustadas que en 2017, lo vamos a pasar bien. De entrada, Australia es un buen lugar para comenzar el mundial. ¿Todos listos?