Will Power se crece para vencer en las 500 millas de Indianápolis ante un gran Oriol Servià

El día ha llegado. Hoy era uno de los grandes días del año. Para comer, cita ineludible con el GP de Mónaco que se ha llevado Daniel Ricciardo y por la tarde la cita con las 500 millas de Indianápolis. Han sido unas 500 millas para el recuerdo, empezando por la no clasificación de Hinchcliffe y la carrera de hoy no ha decepcionado.

Aunque, eso sí, ha empezado de forma algo decepcionante, con poco juego de los rebufos. Este año ha resultado complicado adelantar en pista y ha habido mucho respeto en la primera parte de carrera. Todo ello, mientras Ed Carpenter, el hombre de la pole, tiraba para abrir un hueco. Pero las cautions llegarían antes de mitad de carrera. La primera, en la vuelta 48, ni un cuarto de carrera completada, originada por el lentísimo ritmo de Davison ante el cual, Takumo Sato no ha podido evadir, con la que han terminado por chocar.

Se iban gestando las los planes iniciales de las distintas estrategias y, a partir de esa primera bandera amarilla ocasionada por Davison y Sato, se abriría la veda puesto que en la vuelta 60 fue Ed Jones quien perdió el control de su Ganassi originando la segunda  de las caution y, posteriormente, Danica Patrick en la vuelta 69 hacia lo propio, terminando así su trayectoria deportiva como piloto profesional en su fugaz regreso a la IndyCar y, más concretamente, a la Indy 500.

A partir de ahí hubo una tregua en la que se estableció un proceso similar al del primer cuarto de carrera. Se llegaba al ecuador de la prueba con problemas para la primera baza de los AJ Foyt, el brasileño Tony Kanaan, que sufrió un pinchazo y tuvo que realizar una parada extra tras montar un juego de neumáticos defectuosos. Fue en la vuelta 100 y tan solo nueve vueltas más tarde, Kyle Kaiser rompió el motor de su Juncos. La maquinaria de la IndyCar empezaba a flaquear.

Tras todo lo acontecido, la carrera se iba preparando para su tercio final, el cual no defraudaría a nadie. Tuvo de todo y había bastante disparidad estratégica, que se iba modificando con cada interrupción nueva. Las altas temperaturas tampoco ayudaban a la gestión de los neumáticos. Vuelta 137 y nuevo momento clave, cuando Bourdais abría la segunda veda de las caution tras sufrir un accidente en el que perdió el control de su coche.

Tan solo 10 vueltas más tarde, con la reanudación, Helio Castroneves, perdió la parte trasera de su Penske y se quedó obstaculizando la entrada a la calle de boxes. Nueva caution y momento de quebradero de cabeza para los responsables de la estrategia de los distintos equipos. Aquí empezaría de verdad la carrera de Oriol Servià que, empezaría a escalar posiciones y pondría en entredicho una hipotética victoria de los favoritos, tales como Will Power o Ed Carpenter.

De nuevo hubo reanudación frustrado. Esta vez la caution la originaba Sage Karam al explotarle su neumático trasero derecho. El piloto español de Scuderia Corsa tuvo que hacer gala de unos grandes reflejos para evitar no solo los desperfectos del coche de Karam, sino para evitar impactar contra el propio piloto. Se saldó con un retrovisor roto, Servià podía darse con un canto en los dientes. Sus opciones se mantenían intactas.

Fue durante esa interrupción cuando varios pilotos entraron a boxes para realizar un cambio estratégico basado en el ahorro de combustible, a sabiendas de que los líderes tenían que hacer una parada en boxes para llegar a la meta. Todo estaba muy abierto y el público iba liberando adrenalina por todos los poros.

Cuando todo parecía perdido para los intereses de Servià, ante un intento desesperado de tirar al máximo, apareció la última caution de la carrera a tan solo 12 vueltas para el final de la carrera. El español lideraba por delante de Stefan Wilson, Jack Harvey y Will Power. Aquella situación tras el accidente de Kanaan implicaba un soplo de aire fresco pero la gestión del combustible requeria de una última caution.

Pero no llegó. Se vio superado rápidamente por Wilson y Harvey. Una vuelta más tarde fue Will Power quien daba cuenta del piloto de Scuderia Corsa. Las opciones de Servià se esfumaban a gran velocidad. Wilson y Harvey tampoco llegaban al final y entraron a boxes una última vez, descartándose así de cualquier lucha por la victoria y unas vueltas más tarde lo hacia Servià. La victoria era para Will Power, la primera para el aussie de Penske, la cual llegaba a sus 37 años.

Servià terminó en una décimo séptima posición que no reflejaba, para nada, los esfuerzos realizados por él y su equipo. Ed Carpenter, por su parte, fue incapaz de convertir una nueva pole en una victoria y Alexander Rossi completaba una gran remontada al terminar en cuarta posición. Drama y alegría a partes iguales al concluir la 102 edición de las 500 millas. Indianápolis nunca decepciona.