El español se muestra preocupado con la actuación de su moto en pista, sobre todo porque no encuentran el foco principal del problema.


En Yamaha andan perdidos. En Sepang su rendimiento estaba por detrás de Honda y Ducati. En Buriram también se les cuelan las Suzuki. El rendimiento del equipo principal de la marca nipona queda más al aire todavía si vemos que en los test de hoy, Johann Zarco ha podido marcar el segundo mejor tiempo, con la Yamaha Tech 3.

Lo más grave es que no saben la dirección a tomar. Desde el equipo no saben ni que contestar. El propio Viñales apuntaba ayer que parecía que por fin habían encontrado el camino, pero menos de 24 horas después se desdice de sus palabras: «Hoy hemos sufrido mucho más que ayer, Malasia fue el peor test que había tenido con Yamaha y este está yendo incluso peor. Pensábamos que teníamos la solución, pero finalmente no. Estamos usando la misma electrónica que ayer, pero no funciona igual. Tenemos ahí un hándicap que no logran encontrarlo. Esta mañana cuando me he subido a la moto era exactamente el mismo problema de siempre«, decía enfadado Viñales.

La realidad es que desde el box de Rossi apuntan a la electrónica como fuente principal del problema, lo que todavía muestra más que el equipo no parece remar en la misma dirección. Viñales sólo puede tener un buen ritmo con gomas nuevas: «Perdemos en cada área, en todas. Nos falta un poco en todas. Damos muchas vueltas al día y sirven muy pocas. Estamos intentándolo todo y nada funciona. Con neumáticos nuevos más o menos puedo estar ahí, pero luego el ritmo es horrible», apuntaba el recién renovado por Yamaha.

Hoy Viñales ha sido octavo, y su compañero de equipo noveno. A esto se le suma el gran rendimiento de Honda y de la aparición de la Suzuki de Rins, muy constante durante todo el fin de semana. En Yamaha se les acumula la faena.