Las dos últimas carreras de la temporada de la Fórmula E no defraudaron, como de costumbre. Oliver Rowland y Stoffel Vandoorne se llevaron los dos triunfos restantes para cerrar una atípica campaña. Con estos resultados, el de Mercedes se asegura el subcampeonato en una gran temporada de debut para el equipo alemán.

En la penúltima carrera la noticia saltaba antes de comenzar la carrera. Los cuatro primeros en el campeonato, incluido el ya campeón Antonio Félix da Costa y su compañero, apuraban hasta el final para marcar su tiempo en clasificación de tal modo que cruzaban la meta ya sin tiempo para hacer la vuelta, hecho que les relegaba al final de la parrilla.

Durante la prueba, da Costa remontaba hasta la undécima posición. Pero una mala gestión de la batería le hacía caer hasta las últimas posiciones de la tabla. Último fue Guenther. El piloto de BMW sufrió el impacto por detrás de di Grassi, penalizado con 5 segundos, lo que le obligó a retirarse.

La victoria de Rowland asegura el subcampeonato a Nissan.

Junto a Rowland, Frijns y Rast subieron al podio. El piloto de Audi consiguió el tercer lugar in extremis, arrebatándole el último cajón a André Lotterer que, junto a su compañero Jani, estaban haciendo una gran actuación para Porsche.

Los pilotos del equipo alemán llegaron a rodar en tercera y cuarta posición pero en los últimos compases de carrera perdieron fuelle, desaprovechando la oportunidad de ser terceros.

En la penúltima carrera, Vandoorne finalizó noveno y Buemi décimo, resultados muy importantes de cara a conocer al subcampeón de la temporada.

En la última cita de la Fórmula E, los pilotos de DS-Techeetah buscaban mejorar el mal resultado del día anterior, en especial Vergne, que luchaba con Rowland por el subcampeonato.

Sin embargo ambos partían al fondo de la parrilla y veían como sus opciones al subcampeonato se desvanecían. Vergne trataba de remontar mientras que Rowland terminaba retirándose.

Mercedes termina por todo lo alto.

Así, Vandoorne y Buemi luchaban por conseguir la segunda posición en el campeonato. El de Mercedes conseguía la última pole del año y se mantenía primero al comienzo de la carrera. Su rival no se lo ponía fácil y rodaba segundo, seguido de Nyck de Vries, haciendo que el resultado provisional fuera un éxito para Mercedes.

Además, con este resultado provisional, Nissan sería subcampeón y Mercedes terminaría como mejor marca alemana en el apartado de equipos.

Arriesgando para llevarse el subcampeonato, Buemi activaba muy pronto sus dos modos de ataque, lo que le permitía ser segundo y teniendo la vuelta rápida, lo que le permitía ser segundo en la clasificación.

A falta de 20 minutos, Vergne adelantaba a Guenther de una forma muy agresiva, algo que investigarían los comisarios, para ascender al undécimo lugar.

Di Grassi, por su parte, optaba por una estrategia diferente, dejando sus dos modos ataque para el final de carrera. Aunque ganaba alguna posición, su ritmo con la potencia extra no mejoraba lo suficiente como para llegar al podio y terminaba sexto.

El subcampeonato, en el aire hasta el final.

La vuelta rápida, que otorga un punto extra, sería clave para decidir al segundo del campeonato. Durante la prueba pasaba de un piloto a otro, estando en posesión de Buemi, Vandoorne o Bird entre otros.

En los últimos minutos de la carrera de Vries adelantaba a Buemi, subcampeón provisional, para conseguir el doblete de Mercedes en la última cita. El de Nissan perdía ritmo y René Rast lo aprovechaba para acercarse.

Finalmente, Mercedes conseguía un doblete en la última cita de Berlín. Vandoorne conseguía el subcampeonato y el equipo alemán terminaba por delante del resto de marcas alemanas en la clasificación por equipos. De Vries y Buemi completaron el último podio de la temporada.