Yamaha ya tira la toalla. Tras un desastroso Gran Premio en San Marino, donde parecía que podía resurgir de sus cenizas, los pilotos oficiales de la marca japonesa Valentino Rossi y Maverick Viñales no tienen palabras para describir la situación por la que están pasando.

Para muchos Yamaha fue el equipo rival más duro de Honda y Ducati. De hecho, Yamaha se ha convertido en los últimos años en el rival a batir, consiguiendo ser líder del mundial y campeona de marcas gracias a Valentino Rossi y Jorge Lorenzo. Sin embargo los años mozos de la marca azul ya han pasado a mejor vida, cediendo su posición dominante a Ducati.

El nueve veces campeón del mundo Valentino Rossi considera que lo que está sucediendo en el garaje es un desastre que nadie sabe como solucionar. Para el #46 de MotoGP las actuaciones de Yamaha son inexplicables e indescifrables para los pilotos. El propio Rossi, en un arranque de desesperación, pidió incluso ayuda a los periodistas que preguntaron, como ya es habitual, sobre el tema.

No tengo ni idea de qué quieren hacer o hacen en Yamaha. Si lo averiguáis, contádmelo, por favor, ironizó.

Para la otra parte del garaje, la de Maverick Viñales, la situación no es muy diferente. El de Roses, que ya empezó la temporada anunciando un plan renove empezando por su jefe de mecánicos, no da crédito a lo que está viviendo. De hecho Viñales es, de los dos, el piloto con más suerte, puesto que en algunos momentos y tests hemos visto un Viñales liderando toda la parrilla de MotoGP.

Para Yamaha este está siendo el peor año de su historia, ya que han conseguido igualar su racha de malos resultados a 22 carreras de los años 1997 y 1998. Viñales explicó que, si esto se lo hubieran contado desde un primer momento, no se lo hubiese creído.

Si hace un año me dicen que nos pasábamos 22 carreras sin ganar, hubiese pensado que me estaban vacilando.