En los últimos años, la cantidad de carreras organizadas por la Fórmula 1 ha aumentado considerablemente, hasta 22 que tendremos este año.

Incluso en momentos tan complicados como el año 2020 el Gran Circo consiguió celebrar una gran cantidad de pruebas. No obstante, como todas las decisiones que toma Liberty Media, esta decisión no está libre de polémica.

Fuente: Elaboración propia

Aunque en principio podríamos argumentar que esto es algo positivo para los fans, muchos también consideran que es una medida con muchos riesgos y problemas asociados, los cuales son entendidos por los aficionados, que en muchos casos piden que este número deje de crecer.

De todos estos, el más evidente es que un campeonato de tantas carreras supone un gran desgaste para todos los trabajadores de la órbita de la competición, sometidos a una gran presión durante todo el año, en un número de eventos cada vez mayor. Además, las grandes distancias entre pruebas consecutivas añaden un mayor foco de cansancio para ellos.

Por otro lado, el aumento de citas, considerando que muchas de las nuevas se celebran en circuitos urbanos, implica también el uso de pistas cada vez más mediocres, nuevas y desconocidas; que en muchas ocasiones nos reportan carreras sin interés. Además, en casos como el vivido en 2021, con la lucha por el campeonato igualada hasta el final, el alto número de carreras contribuyó al aumento de la tensión entre Max Verstappen y Lewis Hamilton.

Fuente: Sport

El interés principal que lleva a la Fórmula 1 a aumentar el número de pruebas es, evidentemente, económico. No sólo por los ingresos televisivos asociados a cada prueba, sino que la organización de carreras implica también el cobro de muchas otras fuentes (patrocinios, entradas, canon del circuito…). No obstante, la organización es consciente de que no puede seguir aumentando el número de pruebas y, aunque marcaba el objetivo de 25 carreras, no parece probable que vayamos a alcanzarlo en los próximos años.