El piloto de Yamaha se lleva el mundial después de ganar la cursa a Ricardo Tormo de Cheste por ante Marc Màrquez y Dani Pedrosa. Valentino Rossi acaba cuarto después de remontar y se queda a las puertas.


 

La carrera de Cheste prometía ser una de las más memorables de la historia del motociclismo mundial, pero en lugar de eso quedará como una de las más más tranquilas del campeonato. Después de una buena salida de Jorge Lorenzo desde la ‘pole’, los pilotos de Honda le seguían la aspiración y marchaban del grueso principal de pilotos, mientras que Rossi iba remontando posiciones.

El italiano Andrea Iannone caía en los primeros giros y destrozaba la Ducati, sin ninguna consecuencia física por el piloto, pero la caída permitía al de Tavulia llegar a la séptima posición cuando sólo se llevaban disputadas ocho vueltas. Al frente, el trío español hacía su carrera y Lorenzo lideraba con mano de hierro por delante de los de HRC, que se mantenían a la espera del asalto a la primera plaza.
Rossi llegaba a las puertas del podio, pero los diez segundos de diferencia ya eran demasiados para poder mantener un ritmo suficientemente alto como para cogerlos, teniendo en cuenta que el de Yamaha ha rodado durante toda la carrera con casi un segundo de diferencia de las posiciones líderes, incluso cuando lo hacía solo.

Sólo en las últimas cinco vueltas, Márquez cogía a Lorenzo, que cerraba cómo podía los agujeros para evitar que el de Cervera lo pasara. Pedrosa se sumaba en la fiesta, con un ritmo espectacular a tres vueltas para acabar y atacado a su compañero de escudería. El mallorquín ha aguantado bien la presión y cruzaba líder la línea de meta después de 30 vueltas liderando.

En la celebración, Lorenzo se multiplicaba para celebrar el título y cuatro pilotos más salían del vial de Cheste equipados con los monos y cascos con los que el 99 había conseguido los anteriores títulos mundiales, que manteaban al piloto campeón del 2015.

Al mallorquín se lo veía llorar de emoción durante la vuelta de honor y llegaba al parque cerrado para hacer una quemada de rueda espectacular en la entrada.

Allá se abrazaba con su familia y equipo y decía sus primeras palabras: “Ha sido increíble, el día que más me he emocionado de mi vida. Ha sido un título muy trabajado, a pesar de ir siempre por el detrás en el campeonato” mientras ha añadido que “he pilotado sin neumático de atrás, que estaba destrozado. Sólo he podido respirar después de ver la bandera de cuadros”. El piloto mallorquín ha querido dedicar el título a aquellos que “nunca tiran la toalla”.

A su vez, el italiano Valentino Rossi ponía en entredicho el peso de este campeonato en rueda de prensa y Ramón Forcada, jefe de mecánicos del mallorquín, hablaba del año de su piloto, confirmando que “ha sido una temporada muy complicada en la que hemos tenido que ganar siete carreras para ser campeones”.

Por otro lado, Márquez hablaba de la jornada y explicaba que “una segunda posición no ha sido la mejor manera de acabar un campeonato. Tenía preparado el ataque por las últimas vueltas pero la lucha con Dani no me lo ha permitido”. Y es que el ataque del de Castellar del Vallés ha sido espectacular, con un ritmo muy alto para final de carrera y que ha permitido a Lorenzo escapar los metros necesarios para llevarse la victoria, gracias a los adelantamientos entre los dos del Repsol-Honda.

Con este campeonato, Jorge Lorenzo suma un total de cinco campeonatos mundiales, dos de 250cc (2006, 2007) y tres de MotoGP (2010, 2012 y 2015), con 40 victorias y 97 podios en la categoría reina y un total de 61.

Lorenzo es, según las estadísticas, el quinto mejor piloto de la historia.