Lluvia, más lluvia, lluvia, más lluvia y lluvia. Ese ha sido el tiempo que ha tenido que sufrir el Mundial de Resistencia en las 6h de Shanghai. Condiciones muy dificiles que han hecho de la estrategia el arma más importante de toda la carrera. El Toyota Nº7 de Mike Conway, ‘Pechito’ López y Kamui Kobayashi se ha hecho con su segunda victoria consecutiva, esta vez con polémica.

Toyota vuelve a ganar, esta vez con esas famosas órdenes de equipo de las que todo hablan. Tras una carrera de verdadera resistencia con dos banderas rojas y mucha agua de por medio, Fernando Alonso llegaba a la última hora como líder, pero una mala estrategia de parada dejaba al Toyota Nº8 del asturiano muy por detrás del Nº7 que habia parado una vuelta antes y tenía todo de cara para hacerse con una victoria pasada por agua.

Las 6h de Shanghái comenzaban bajo régimen de ‘Safety Car’. El coche de seguridad era el encargado de mostrar a todos los pilotos el estado de la pista, pero ninguno lo vió claro y a los 16 minutos de comenzar, la bandera roja ondeó por primera vez en territorio chino. Había demasiadas zonas con concentración de agua, por lo que el riesgo de aquaplaning era demasiado alto.

Salidas de pista, toques… Tras más de una hora de ‘red flag’, la carrera volvió a reanudarse, pero la lluvia seguía cayendo incesante sobre el trazado de Shanghái. 30 minutos duraron los monoplazas en pista, tiempo suficiente para que los Toyota de Buemi y ‘Pechito’ López se peleasen por la primera posición. El suizo se ponía líder y dirección de carrera decidía que esas no eran condiciones para correr, por lo que mandó a todos los monoplazas de vuelta al box durante media hora.

La lluvia seguía y el reloj no paraba de sumar segundos, minutos y horas. ‘Race Control’ decidió volver a salir a pista con el Safety Car al frente y tras más de 45 minutos de dar vueltas a un ritmo limitado, la carrera se volvía a relanzar con Fernando Alonso en el Toyota Nº8. Las paradas condenaban al asturiano a estar en tráfico, dificultad extra en condiciones tan adversas. Cuando todo se recolocó, Alonso se encontró en la segunda posición por detrás de Bruno Senna. El Rebellion había jugado sus cartas y le había salido bien.

No obstante, la diferencia de monoplaza hacía que el piloto de Toyota no tardase en ponerse líder y abrir hueco con sus perseguidores. Alonso parecía tener la carrera ganada, 20s de diferencia con el Nº7 parecían suficientes para llevarse una victoria más. El drama llegó cuando el monoplaza de Tom Dillman se quedaba parado en la recta de meta. El ‘Safety Car’ salía a pista y el tiempo del asturiano se esfumaba hasta los siete segundos respecto a un Kobayashi que llegaba fuerte.

Quedaba hora y media y con el grupo compactado, Toyota decidía meter al Nº8 a boxes. Alonso no solo perdía el liderato, sino que se metía en problemas con los de detrás quedando en medio de todo el tráfico. Mala estrategia del equipo japonés que obligaba al asturiano a remontar más de 30 segundos.

Nakajima hacía el último relevo en el Nº8, pero Conway con el Nº7 ya estaba a 20 segundos. El piloto británico no tenía que hacer más que aguantar y dejar pasar el tiempo, todo estaba de cara para que Conway cruzara la línea de meta en primera posición.

Un último ‘Safety Car’ saldría a pista y reduciría la distancia a 1.5s. Nakajima tenía la oportunidad de dar el zarpazo, pero como dice el refrán «más vale pájaro en mano que ciento volando», por lo que Toyota decidió activar las órdenes de equipo y hacer doblete antes que jugarse un abandono.

Victoria para Conway, Kobayashi y ‘Pechito’ López que suma su segunda consecutiva en territorio oriental y pone el mundial al rojo vivo con 5 puntos de diferencia entre el Nº8 y el Nº7.

En tercera posición cruzaba el SMP Nº11 de Aleshin, Petrov y Button, seguido de los dos Rebellion y el DragonSpeed cerrando la clasificación de los LMP1.

En LMP2, el ganador ha sido el Jackie Can Nº32 de Tung, Aubry y Richelmi que no dejaban la primera posición ni con agua hirviendo. El DragonSpeed de Pastor Maldonado era segundo y el Signatech de Lapierre, Negrao y Thriet cruzaba la línea de meta en tercera posición.

En GTE PRO, el Aston Martin de Sorensen y Thim se ha hecho con la victoria y ha superado a la dupla Porsche que completaban el podio con Lietz/Bruni y Christensen/Estre.