Tras una semana muy convulsa en los despachos en la que se dictaminó definitivamente que Ducati y Andrea Dovizioso mantienen la victoria de Catar, la categoría reina afronta su segunda cita de la temporada en el circuito de Termas de Rio Hondo en Argentina.

Hace tres semanas en Catar empezó una nueva temporada de MotoGP, pero por lo que se vio en la carrera pocas cosas han cambiado respecto a las dos últimas temporadas. Ducati y Andrea Dovizioso siguen insistiendo en intentar llevar a Marc Márquez al límite, y Honda se defiende como puede, tanto dentro de la pista con un motor sensiblemente más potente que el del año pasado como en los despachos con una reclamación que finalmente ha sido rechazada.

Dejando al lado la polémica del alerón de Ducati que tanta repercusión ha tenido a lo largo de la semana, las diferencias entre Márquez y Dovizioso son mínimas y el resto no están lejos. En principio Termas de Rio Hondo es un circuito favorable a las Honda, aunque con los cambios introducidos esta temporada podría ser diferente.

Marc Márquez ganó en Argentina en 2014 y en 2016 y evidentemente parte como el gran favorito a la victoria. Sin embargo, en las dos últimas temporadas se ha marchado de vacío debido a una caída en 2017 y a un toque con Valentino Rossi con posterior sanción en 2018. El piloto ilerdense quiere sacarse la espina que tiene clavada en Santiago Del Este y volver a ganar una carrera seis meses después de su último triunfo en Malasia.

Ducati, por su parte, intentará demostrar que su moto ya es definitivamente competitiva en todos los circuitos. No habría mejor manera de hacerlo que ganar en un circuito en el que nunca lo han conseguido y en el que tan sólo han subido una vez al podio, en 2015 con Andrea Dovizioso. El italiano también quiere acabar con su mala racha en Argentina y consolidarse como líder del campeonato.

Teniendo en cuenta lo visto en Catar y que Argentina no es ni mucho menos el circuito favorito ni de Márquez ni tampoco de Dovizioso, el fin de semana se presenta más abierta de lo habitual. Las Suzuki ya demostraron en Catar tener prácticamente el mejor paso por curva de la parrilla y con un Àlex Rins que ya sabe lo que es subir al podio en este circuito y un Joan Mir que ganó en 2017 en Moto3, prometen dar mucha guerra.

Yamaha, por su parte, está casi obligada a dar un paso adelante. En Catar parecía que volvían a estar allí con la pole que consiguió Maverick Viñales, pero lo que se vio en carrera fue un duro palo para el equipo de fábrica japonés. En un circuito sin una recta tan larga, lo que más perjudica, esperan como mínimo poder mantener el ritmo de cabeza de carrera.

El otro outsider a tener muy en cuenta será sin duda Cal Crutchlow. El británico parece que nunca hace ruido, pero subió al podio en el debut en Catar pese a salir de una larga lesión y además fue el vencedor de la temporada pasada en Termas de Rio Hondo. Con una moto competitiva en este tipo de escenarios y si la carrera no se rompe, Crutchlow puede ser candidato al triunfo.

Otra de las grandes incógnitas del fin de semana será Jorge Lorenzo. El mallorquín ya ha avisado a lo largo de esta semana de que todavía no se encuentra al cien por cien, pero con tres semanas más de recuperación debería poder estar más adelante que en Catar. Las Honda, como demostraron Márquez y Cruthclow, es evidente que funcionan y la única duda está en su estado físico.