Tras una semana de parón, la Formula 1 llega a Rusia. El Circuito de Sochi acogerá una nueva cita del mundial envuelta en la polémica y el miedo. El mismo país que asegura haber aplicado ya las primeras vacunas en el mundo, destaca negativamente por ser el que más contagios tiene en Europa. Crifas de 1 millón de contagios hablan por si solas.

Es entendible que poco a poco hay que dar pasos para normalizar el espectáculo. Los 3000 aficionados en Muggello era poco más que un gesto simbólico. Ahora nos enfrentamos a una prueba de fuego. Contar con 30000 no es ninguna broma. La organización va a ser mirada con lupa para no dar pasos atrás.

Esperanza es la palabra clave para Ferrari. Traen pequeñas mejoras aerodinámicas que si bien no son la panacea, ayudarán a minimizar daños. El dato negativo es que ya de por si nunca ha sido un circuito propicio para los de rojo. Leclerc es actualmente 8º en el mundial y opininaba lo siguiente:

«Hay dos cosas que inmediatamente se me vienen a la mente cuando pienso en Sochi, la larga recta y la montaña rusa. El circuito presenta una de las rectas más largas del campeonato, seguido de una interesante mezcla de curvas. Diría que el primer sector es el más emocionante. El primer objetivo de todos los pilotos será sacar el máximo partido de la clasificación y asegurarse una buena posición en la parrilla, ya que no es fácil adelantar aquí».

La FIA se está abrigando para la sombra de ex-miembros del equipo Ferrari. El último en llegar de Stefano Domenicali, que viene para sustituir a Chase Carey como CEO. Si Ecclestone representaba el pasado y Domenicali el futuro, Carey fue el hombre de la transición. Podéis leerlo con detalle en un magnífico artículo de Daniel Guillén aquí.

Poco hay que decir de Mercedes. La poca motivación que le queda a Hamilton la emplea en su lucha particular contra el racismo, que es tan lícita como cansina para muchos de sus compañeros. Dice que nunca ha pensado en los records con la boca pequeña, pero está claro que sigue tratando de superar a Schumacher.

No hemos llegado a la Silly Season pero el baile de asientos está siendo de los más entretenido que comentar. Si ya fue polémica la forma de anunciar el fichaje de Vettel por Aston Martin, ahora queda el capítulo Haas. Parece que la dupla actual no tiene sitio y uno de los nombres que suenan con fuerza es el mejicano Checo Pérez. Aunque también ha sonado para escuderían como Red Bull, este podría ser un paso más realista, viendo el panorama actual.

McLaren y Renault van a seguir rapiñando puntos a Racing Point. Deportivamente están un escalón por debajo pero cuentan unas parejas de pilotos de mucha calidad y sendos equipo con mucha experiencia bajo el brazo. Están dispuestos a pelear con este «nuevo rico» de la Formula 1, que el próximo año pasará del rosa al verde (según comenta Stroll).

Esta fin de semana tendremos máximas de 27ºC y mínimas de 18ºC, pero desde el sábado por la tarde la probabilidad de lluvia amenaza en el primer circuito urbano que visita la F1.

Pirelli se inclina por el extremo más blando de cara a Sochi: C3 como neumático duro (blanco), C4 como neumático medio (amarillo) y C5 como neumático blando (rojo).

Como siempre digo, espero que nos ofrezcan un gran espectáculo que ilusione al aficionado.