Llegamos al GP de Italia tras un aburrido GP de Bélgica. Ferrari tendrá que pasar su particular penitencia al llegar a casa y por triplicado. Los tifosi animarán a Ferrari con el corazón, pero con el alma en los pies.

Se acabó el party mode para Mercedes. Ni falta que les hace. De hecho, hace dos grandes premios que no lo usan porque les divierte más jugar al gato y al ratón con sus contrincantes. Desde la escudería alemana incluso piensan que incluso les beneficia esta situación porque van a poder cuidar mejor los motores.

Hamilton se siento cómodo nadando en la polémica. Mientras se hace querer con declaraciones totalmente faltas de humildad, Black Lives Matter mediante, ahora se atreve a lamentarse por la falta de competitividad del compañero de Verstappen. Corren con un solo coche dice el hexacampeón. Haciendo amigos con el que dice. Sin embargo, Bottas, teniendo un coche tan dominante como el de la presente campaña es tercero, por detrás de Max. Ya tuvo el aviso de la pasada campaña, así que Albon no es el único que tiene que espabilar.

Doce años son muchos sin ganar. La paciencia de los tifosi ya no da para más. Hay una generación de aficionados a Ferrari que no han llegado a verla ganar un mundial. Lo peor es de tener los deberes hecho es la vergüenza de arrastrarse ante sus aficionado. No una, ni dos, sino tres veces. Ahora mismo sus esfuerzo van dirigidos a competir contra McLaren y Alpha Tauri porque Renault ya ha cogido la delantera.

Hablando de la escudería del rombo, Renault coquetea con la posibilidad de un podio. Ya no es una quimera. La decepción del año pasado va quedando en el olvido y la sonrisa de Ricciardo vuelve a lucir en el paddock. Según el piloto austaliano, Renault ha encontrado un set up que les hace ser muy competitivos, como ya vimos en el GP de Bélgica. Tras una brillante clasificación, la alegría se hizo completa con el 4º y 5º puesto en carrera. Un buen puñado de puntos, que son esenciales para el mundial de contructores. Esto de suma a la esperanza que 15 puntos, se terminen descontando del casillero de Racing Point.

En Red Bull son optimistas. El Dr Marko ha recordado aquella remontada de 60 puntos a Alonso. Si lo han hecho antes, confían en repetir la hazaña. Se sienten fuertes y esperanzados en que de la mano de Honda puedan alcanzar a Mercedes. Quedan 10 carreras y eso en F1 es un mundo. Todo puede ocurrir y de la mano de Verstappen, más todavía.

Racing Point quiere seguir materializando en puntos todo lo que puede ofrecer su monoplaza. Asoman los fantasmas de la época Ocon-Pérez y es que hay un regunto a oportunidades perdidas de puntos que ya no volverán. Stroll insiste en sacar el máximo potencial del coche este fin de semana. No esperamos menos y cuanta más competencia haya, mejor para el espectador. Mañana arrancan los motores. Nos espera Monza, un circuito que siempre ocupa un lugar especial en el corazón de los aficionado a la Formula 1.