Tras la primera victoria de Ferrari en Spa-Francorchamps, los de Maranello buscarán repetir triunfo en casa, con Mercedes al acecho.
En el fin de semana más oscuro y triste de los últimos años, Charles Leclerc se alzó con la victoria en el Gran Premio de Bélgica, ello, propició dos cosas: La más importante, que el monegasco pudo dedicar a su más que amigo Anthoine Hubert, su primera victoria; Y la meramente estadística, es que llevó a Maranello el primer triunfo de la temporada, con Mercedes muy cerca.
Lewis Hamilton acabó la carrera a menos de un segundo del joven piloto de Ferrari, lo cual dio a pensar que en una carrera de 46 vueltas, quizá y solo quizá, la victoria podría haber sido de color plateado. De cara a Monza, Ferrari volverá a contar (presuntamente) con el mejor coche, sobretodo de cara a ritmo de clasificación, en tanda larga… Como ya se vio el año pasado, el señor del martillo es capaz de todo, y más.
¿EN QUE ESTADO LLEGAN LOS EQUIPOS AL GRAN PREMIO DE ITALIA?
En Mercedes, dado que lideran el mundial con mano de hierro desde la primera carrera, preocupa esta debilidad con respecto a Ferrari en los circuitos más favorables a los de rojo (en los que el motor es altamente más importante). No obstante, el colchón de casi 150 puntos, y el calendario tras Monza, hace pensar que los de Brackley se llevarán de calle este mundial. Todo esto, no quita que este fin de semana vuelvan a sufrir en clasificación, y de la misma manera, nos pueden sorprender estando al nivel de Ferrari pese a no ser su trazado ideal.
La otra cara de la moneda, como siempre, la ocupan los muchachos de Mattia Binotto, que buscarán aprovechar como en Bélgica, y no como en Bahrein o Bakú, la ventaja que obtienen cuando el circuito da más importancia al motor. Charles Leclerc viene de lograr su ansiada victoria, además con su tercera pole bajo el bolsillo, lo que motivará aún más al 16 a volver a ganar delante de los tifosi; Por otro lado, ¿Vovlerá Sebastian Vettel hacer de escudero si su ritmo vuelve a ser inferior al de su compañero?
Luces y sombras, es la frase perfecta para definir el GP de Bélgica de Red Bull. Contra todo pronóstico, Max Verstappen abandonó tras 21 carreras consecutivas puntuando, por lo que tendremos al león menos enjaulado de las últimas carreras, con ganas de volver a saborear éxito. En el otro lado del garaje, debutaba Alexander Albon, que fue la luz del equipo de la bebida energética, en una muy buena remontada, de la posición decimonovena a la quinta, con grandes adelantamientos; Dato, que hace pensar que la decisión de Red Bull es acertada, de momento.
Si en Red Bull eran luces y sombras, en McLaren se han quedado solo con las nubes. Fin de semana para olvidar en Woking, tras un doble abandono de los chicos de naranja en Spa. Carlos Sainz Jr abandonó en la tercera vuelta por un problema en el motor, mientras que Lando Norris, abandonó en el último giro por un problema similar, tras rodar quinto (saliendo undécimo) toda la carrera, propiciando un chasco para el rookie británico.
Toro Rosso sigue aferrándose a esa quinta plaza del mundial de constructores gracias a la doble presencia en los puntos de sus pilotos, con Pierre Gasly re-debutando noveno, y Daniil Kvyat clasificando séptimo. Aunque con problemas, Renault salvó los muebles de la mano de Nico Hülkenberg, como en los viejos tiempos, ya que Daniel Ricciardo no aspiró a más de la decimocuarta posición.
En Racing Point también firmaron un gran fin de semana, en un circuito talismán para ellos y para Sergio ‘Checo’ Pérez, que clasificó sexto, mientras Lance Stroll cerró la última plaza de puntos. Otro equipo negado por las circunstancias, fue Alfa Romeo, que pese a mostrar buen ritmo (Räikkönen clasificó sexto), ambos quedaron a cero puntos: El finés tuvo un accidente en la primera vuelta con Verstappen que arrastró durante toda la carrera, y Antonio Giovinazzi lo tuvo en la última vuelta cuando luchaba por las últimas plazas de los puntos.
Por último, seguimos encontrando a Haas en esa penúltima posición del mundial. Los hombres de Günther Steiner no pudieron encontrar el ritmo en el circuito belga y eso llevó a remolque a los estadounidenses todo el fin de semana, sin albergar muchas esperanzas de cara a Monza, y mirando ya a Singapur. En Williams, por culpa del gran cúmulo de sanciones, George Russell salió decimoquinto, luego en carrera, ambos monoplazas volvieron a ocupar los últimos cajones de la tabla, y no esperan novedades para Monza.
PECULIARIDADES DEL MÍTICO TRAZADO DE MONZA
El circuito italiano por excelencia es apodado como el Templo de la Velocidad, como de sobras es conocido. Este mote no es una coincidencia, y es que en este circuito se alcanzan las máximas velocidades a las que aspira un Fórmula 1, por sus largas rectas y sus rápidas curvas. Además, se ha trazado también la vuelta más rápida de la historia en un circuito (sin contar circuitos urbanos), con un tiempo de 1:19:119, tiempo que marcó Kimi Räikkönen la temporada pasada, poniendo en pie todas las gradas.
A parte, como mencionábamos antes, el circuito sigue patentando la velocidad máxima más alta, y lo hace desde que en 2004 Juan Pablo Montoya marcara 372,6 km/h en una de las vueltas de dicho Gran Premio. El trazado, cuenta con una longitud de 5,793 km, entre estos encontramos 11 curvas. Su inauguración (en el trazado antiguo) data de 1922, convirtiendo a este Gran Premio en uno de los más longevos de toda la historia.
Pirelli ha elegido compuestos más blandos que el pasado Gran Premio, donde utilizo los compuestos estándar. En este caso, el C2 (medio) actuará como Duro, el C3 (blando) como medio, y el C4 (superblando) como blando. Como no puede ser de otro modo, los neumáticos sufrirán un alto nivel de estrés en un circuito tan rápido como este; Así como por el contrario, el Downforce será mínimo.