La IndyCar Series regresa este fin de semana para iniciar la temporada en Texas. Sin aficionados en las gradas, el campeonato vuelve a las pistas con medidas especiales para garantizar la seguridad.

Cancelaciones, aplazamientos, calendarios provisionales… los últimos meses han sido duros para el deporte de motor. La falta de actividad en pista se ha visto forzosamente reemplazada por las malas noticias (cancelaciones de carreras, equipos en situaciones económicas terribles, etc.) provocadas por la pandemia y por alguna que otra polémica en torno a la participación de pilotos en el SimRacing.

Sin embargo, las últimas semanas han sido el momento en el que se ve y se alcanza la luz al final del túnel. El impacto del virus está menguando, la normalidad vuelve a adueñarse de nuestras vidas y los motores vuelven a rugir. La gran mayoría de campeonatos están ya confirmando sus nuevos y apretados calendarios y algunos pilotos están acumulando, en la medida de lo posible, kilómetros en circuitos.

En otros casos, como es el de la Nascar, el campeonato ya ha vuelto. Estados Unidos está siendo el lugar donde la competición ha vuelto antes, y con los Stock Cars ya en acción sin dificultad, era el turno de los monoplazas.

La acción en la IndyCar se ha acomodado finalmente en un calendario con 14 carreras. En él se puede observar la presencia de tres rondas dobles, la ausencia de Barber, Austin, Long Beach, Detroit, Richmond y Toronto; y el hecho de que St. Petersburg, habitual primera ronda del campeonato, cerrará la temporada en octubre. La 104ª edición de la Indianapolis 500 se disputará el próximo 23 de agosto, siendo la primera vez en la que se altera la fecha habitual de finales de mayo.

El inicio, por tanto, será el próximo sábado en Texas, dos meses y medio después de lo previsto inicialmente y en el circuito que hubiera sido la novena ronda. El óvalo de milla y media, en el que la carrera se disputa entre el atardecer y la noche, suele proporcionar buenas carreras, resueltas en las últimas vueltas.

Sin embargo, el evento presentará algunos cambios. Toda la acción se limitará al sábado 6 con el objetivo de evitar en la medida de lo posible las situaciones de peligro para los trabajadores. Para poder comprimir un día de entrenamiento libre, clasificación y carrera, la distancia de esta última se ha visto reducida, pasando de las habituales 248 vueltas a 200. Evidentemente, todo el personal presente en el circuito estará protegido para que el evento se dispute de manera segura, y no se permitirá la presencia de aficionados en las gradas.

A nivel deportivo, se ha determinado que los stints no podrán exceder las 35 vueltas de duración. Esto se debe a que Firestone suministrará neumáticos procedentes del excedente de producción de 2019, cuyo comportamiento con el peso del aeroscreen puede ser impredecible. Los debutantes, además, dispondrán de 30 minutos adicionales de entrenamientos para poder adaptarse mejor al óvalo.

Dos de estos novatos, Álex Palou y Rinus VeeKay, han tenido que pasar las últimas dos semanas en cuarentena antes de poder acceder a los Estados Unidos. El país restringe el acceso de viajeros procedentes de la Unión Europea, por lo que ambos tuvieron que ‘hacer escala’ en otro lugar (VeeKay en México, Palou en “un país indeterminado”) desde el cual acceder a EEUU. Finalmente, ambos han podido acceder sin problemas y disputarán la carrera.

Quien no disputará la carrera es uno de los coches de Carlin, el 31. Este monoplaza solo tenía confirmado a Felipe Nasr para la primera ronda original en St. Pete. El brasileño no podrá disputar la carrera debido a su nula experiencia en óvalos, y el equipo británico no ha encontrado a ningún otro piloto, por lo que la lista de participantes de reduce de 25 a 24 pilotos.

Horarios

Sábado, 6 de junio

Sesión Hora local Hora española peninsular
Entrenamiento libre 12:30 19:30
Clasificación 16:00 23:00
Carrera 19:00 2:00*

*: Madrugada del sábado 6 al domingo 7.