Sébastien Ogier ha vuelto a quedarse sin rival en el Rally de Gales y lidera con firmeza delante de Kris Meeke y Andreas Mikkelsen. El francés ha llevado a cabo un ritmo brutal marcando el mejor tiempo en cinco de las seis especiales del día. Además, su principal contrincante, Jari-Matti Latvala, abandonó por accidente. 


Pilotando un Volkswagen Polo R WRC, Ogier ha aventajado en 13.5 segundos a Kris Meeke, con su compañero de equipo Andreas Mikkelsen 17.9 segundos más atrás.

Las lluvias torrenciales de anoche han dejado los tramos galeses literalmente empapados y Ogier se ha beneficiado de abrir pista en estas condiciones resbaladizas. Ha ganado los tres tramos del bucle matinal, logrando una renta de 12.9 segundos sobre Meeke.

Aunque el piloto de Citroën ha podido parar el golpe marcando el mejor crono en la segunda pasada por el tramo de Hafren, Ogier ha vuelto a ser el más rápido en las dos últimas especiales.

“Kris está pilotando muy bien y no va a ser fácil ganar este rallye. Tengo que concentrarme en mí mismo y no cometer un error. Estoy contento de terminar un día difícil sin problemas”, ha dicho Ogier.

Meeke ha destacado que su prioridad es la de ayudar a Citroën a derrotar a Hyundai en su pelea por el subcampeonato de marcas en lugar de dar caza a Ogier. Su único incidente del día se ha producido en la primera especial, cuando casi hace un trompo.

El único desafío al dueto de cabeza vino de parte de Jari-Matti Latvala, pero duró poco. El finlandés se colocó segundo, por detrás de Ogier, en el tramo de apertura, pero abandonó prematuramente en la siguiente especial al salirse en una cuenta con su Polo R.

Mikkelsen volvió con un certificado de buena salud después de una visita no programada a Alemania ayer para una revisión médica. Al perderse el shakedown, el noruego se tomó tiempo para aclimatarse al firme deslizante, pero escaló al tercer puesto tras la retirada de Latvala.

El único problema que tuvo Mads Ostberg fue una fuga en su DS 3 que convirtió la cabina en un lodazal. A pesar de ello, el noruego se mantuvo en una cómoda cuarta plaza, 35.7 segundos por delante del Hyundai i20 de Dani Sordo. El español no tuvo más problemas que un trompo.

Ott Tanak luchó para encontrar el ritmo, pero hizo una carrera limpia a lo largo de la jornada que le permitió ganarse el sexto puesto, por delante de Hayden Paddon. El piloto kiwi sufrió problemas hidráulicos en su i20 que le impidieron utilizar el cambio de levas o el freno de mano.

Elfyn Evans terminó la mañana quinto, pero pinchó y caló su Ford Fiesta RS, cayendo al octavo puesto. Lorenzo Bertelli y Stéphane Lefebvre, afectado por una gripe, completaron el top diez. El francés hizo un trompo con su DS 3 en el último tramo de la jornada.

Los Hyundai de Thierry Neuville y Kevin Abbring fueron las primeras víctimas de la jornada. Neuville arrancó una rueda de su i20 después de chocar contra un árbol, y el holandés se detuvo por problemas mecánicos generados por una fuga hidráulica.

Martin Prokop rompió la suspensión trasera rota en el último tramo, cayendo a la octava posición. Mientras tanto, un pinchazo y una excursión por el bosque en la última especial de la jornada arruinaron el día a Robert Kubica.

La etapa del sábado es una maratón con nueve especiales y 142,32 kilómetros, los dos últimos de noche. Después de salir de la base de Deeside a las 05.00 horas, los pilotos se enfrentarán a más de 17 horas al volante, con previsión de lluvias torrenciales, por lo que las condiciones podrían ser muy traicioneras.

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