La estructura británica asentada en Silverstone continuará sus planes de futuro y se renombrará como Aston Martin F1 para 2021. Los inversores que sustentan económicamente el proyecto anuncian 600 millones de € para impulsar al equipo, con 260 procedentes de las arcas de Lawrence Stroll.

Ni el Covid-19 ni los malos tiempos que corren por sus consecuencias detienen los planes de Lawrence Stroll. El plan del magnate canadiense sigue en pie. Tras varios días de dimes y diretes en redes sociales, el anuncio oficial de la transformación de su escudería de Fórmula 1, Racing Point, como representación de Aston Martin en la máxima categoría del automovilismo es ya una realidad confirmada por el conjunto asentado en Silverstone.

La estrategia de Stroll en Fórmula 1 ha pasado siempre por apadrinar una marca con solera en el mundo de la competición. Desde que se hiciera cargo de la otrora estructura hindú, controlada por Vijay Mallya hasta el proceso de concursal, el canadiense ha intentado darle una identidad histórica al equipo. El primer nombre que surgió para tal propósito fue el de Lola, aspiración que no llegó a cumplirse. Más tarde con la adquisición de Aston Martin, todas las miras estaban puestas al cambio de nombre de la escudería para introducir a la prestigiosa marca británica en Fórmula 1.

Racing Point ha comunicado en sus redes sociales el compromiso de Stroll para continuar con el proceso de transformación del equipo hasta rebautizarlo como Aston Martin F1 de cara a 2021. Y lo hace con el dinero por delante, ya que se ha anunciado una inversión global de 600 millones de euros. Del total, 260 millones de euros proceden del consorcio liderado por el empresario canadiense.

Stroll está convencido de sus ideas, y de sus palabras en el comunicado de Racing Point se desprende tal determinación. El natural de Montreal asegura “haber estado algunas noches sin dormir esperando a formalizar un proyecto que ha centrado totalmente su atención y energías”. El canadiense afirma que “las sinergias entre la Fórmula 1 y los coches de calle van a ser muy interesantes”. No le asusta la responsabilidad, ya que asume que “la presión por llevar un nombre como el de Aston Martin es alta, pero los trabajadores de la marca lo merecen”.

No es indiferente la actual situación de pandemia por el Coronavirus a la situación actual de Racing Point. La fábrica del conjunto inglés ayuda con la tecnología que está en su mano a la lucha contra la enfermedad que asola al mundo. Junto con el resto de escuderías británicas, los de Silverstone participan en el Project Pitlane, ayudando a la fabricación de respiradores. Stroll se siente frustrado por ésta situación, pero afirma que «solo es una pausa temporal en el viaje”.

Las cambios de lo que hoy conocemos como Racing Point y que mutará a Aston Martin el próximo año son más que interesantes. La estructura fundada por Eddie Jordan a principios de los años 90’ como Jordan Gran Prix, heredaba gran parte del personal de su exitoso equipo en Fórmula 3000. El empresario irlandés inició un camino seguido por varias empresas décadas después. El equipo mutó a finales de 2005 a Midland, tras la venta del equipo a una constructora rusa. En 2007 el proyectó cambió de manos a Spyker, una marca de automóviles holandesa, para finalmente pasar a posesión de Mallya, que lo renombró como Force India.