Se ha abierto una investigación a Ferrari en relación a la publicidad de Mission Winnow, que podría infringir las normas de publicidad en relación al tabaco. Esto puede reabrir el debate sobre la publicidad para eludir este tipo de prohibiciones, donde está el límite sobre la publicidad que se permite y donde debería estar.

Mission Winnow es una campaña creada por la tabacalera Philip Morris, que dice tener el objetivo de cambiar la industria del tabaco. Esto suena muy bien, pero en la práctica es una de esas clásicas campañas, realizada por empresas de sectores asociados a un funcionamiento anticuado o que vende productos mal vistos por la opinión pública, para hacerse un lavado de cara. Esto es lo que se está investigando, si la campaña cruza los límites y pasa a ser publicidad encubierta de tabaco.

No es la única estrategia que existe en este sentido, hay una estrategia todavía más utilizada que esta para burlar prohibiciones publicitarias, la de anunciar un producto no prohibido de tu misma marca, haciendo una publicidad que al final va en beneficio del producto que sí que está prohibido anunciar. Hablando claramente y con un ejemplo que todo el mundo habrá visto, la publicidad de cerveza sin alcohol.

Es de sobra conocido que en la mayoría de deportes, la publicidad de bebidas alcohólicas ha sido prohibida o restringida en gran medida, pero también es cierto que desde entonces han proliferado los anuncios de bebidas no alcohólicas de las mismas marcas, que a nadie se le escapa que son una forma bastante sencilla de burlar la prohibición. Un ejemplo clarísimo lo tenemos en la publicidad de Estrella Galícia 0,0 en el campeonato de moto GP, que va desde el acuerdo publicitario con Marc Márquez hasta su posición como patrocinador principal de un equipo de moto 2.

Aquí es donde se abre el debate, dada la baja eficacia de las prohibiciones publicitarias y lo fácil que resulta burlarlas, ¿Qué debe hacerse, eliminarlas o hacerlas más restrictivas?

Puesto que la base de este tipo de legislación es evitar la publicidad de productos que pueden causar adicción, está justificado regular su publicidad, de forma que no se pueda instigar desde cualquier medio a caer en la adicción, pero, ¿Porqué limitarse al alcohol y al tabaco?

En los últimos años, hemos presenciado el ascenso de un nuevo fenómeno, el de las casas de apuesta, cualquiera que vea un evento deportivo por televisión, sabrá que cuando llega la publicidad, mayoritariamente será de empresas de apuestas. Este ascenso está produciendo efectos devastadores a nivel internacional, con un aumento preocupante de casos de ludopatía.

Siendo conscientes de este extremo, habría que empezar seriamente a pensar en la inclusión de las apuestas deportivas en esa lista de productos que tienen prohibida la publicidad, además de un endurecimiento de la regulación para evitar que sea tan sencillo burlar estas prohibiciones. Algo tan sencillo como que ninguna empresa que comercialice productos vetados para la publicidad, pueda anunciar sobre cualquiera de sus productos.