Las formaciones papaya y azules exhiben sus flamantes monturas con nuevas duplas incluidas. Con la marcha de Sainz y Rossi, se abren nuevos panoramas en sendos equipos.

El mes de febrero siempre es el de la ilusión, ya que, tras un periodo de tiempo sin competición y sin la adrenalina propia de los fines de semana, regresa el hype que cada año explotan más y los equipos y que nos permite ver, antes que en pista, todos los coches y motos en escena.

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Ayer coincidieron el equipo McLaren y Yamaha, ambos con ligeros cambios en sus duplas de pilotos pero con una librea muy continuista en comparación con las de 2020. Eso sí, se pueden deducir múltiples cambios, sobre todo en la factoría británica, con el flamante motor Mercedes ya cargado y, por ende, nueva configuración aerodinámica y de refrigeración.

En Yamaha destaca la llegada de Quartararo, piloto que ya ha corrido para Yamaha en el SRT Petronas y que llega con la no poco fácil tarea de intentar suplir a todo un Valentino Rossi, algo que tendrá que saber llevar con responsabilidad y con motivación, ya que al otro lado del box le espera Maverick Viñales, experimentado con la montura nipona y que no le pondrá nada fácil la llega al Diablo.

En Woking van a recibir a Daniel Ricciardo, uno de los pilotos más competitivos de la parrilla actual y sin lugar a dudas, el más carismático. Su conjunción con Lando Norris puede regalarle a la marca británica éxito en la pista… y en el marketing, ya que, si por separado deleitaban a fans y periodistas con sus grandes momentos, juntos pueden ser una bomba de relojería.

Veremos si ambas consiguen sus objetivos particulares: McLaren quiere reeditar su tercera plaza y empezar a mirar más arriba, con Yamaha con el objetivo de vencer tanto a Márquez como a Mir, rivales a batir en 2021.