Daniel Ricciardo, una de las caras amables del Paddock, ha quedado fuera de la alineación de la próxima temporada. Unos últimos 2 años difíciles en McLaren, especialmente el último, no hacen justicia en la carrera del australiano, que espera no haber dicho su última palabra en la Fórmula 1.

Piloto de la órbita Red Bull, dio el salto a la F1 desde la Fórmula Renault 3.5, la segunda mitad de la temporada 2011 por el equipo HRT, no logró pasar de la 18 posición como mejor resultado, con un coche muy inferior que hacía imposible aspirar a más. Pero la experiencia de la competición y estar dentro del Paddock le sirvieron para la siguiente temporada.

Una vez fogeado en HRT, Red Bull le vio preparado para ocupar un puesto en Toro Rosso. Las 2 temporadas en Toro Rosso fueron de crecimiento, una primera temporada probando los puntos, puntuando en 6 carreras por un total de 10 puntos, pero incapaz de superar la 9ª posición. La 2ª temporada, no fue mucho mejor en términos de carreras en los puntos, pero en las 7 carreras en las que llegó al top10, logró 20 puntos, gracias a llegar a la 7ª posición como mejor resultado.

Tras esa 2ª temporada completa, la retirada de Mark Webber le abrió las puertas de Red Bull a su compatriota. Su irrupción fue impresionante, el inicio de la era híbrida (2014) desbancó a Red Bull del trono de la F1, y especialmente Sebastian Vettel sufrió esta caída. Daniel Ricciardo, sin embargo, fue capaz de mantener el nivel y terminar en una meritoria 3ª posición. Además se estrenó como ganador, el único que lo hizo sin llevar a uno de los 2 Mercedes. La temporada 2015 fue la peor de Ricciardo en Red Bull, perdiendo la batalla contra su compañero de equipo, Daniil Kvyat y consiguiendo sólo 2 podios y ninguna victoria.

La temporada 2016 fue un pequeño renacimiento, volviendo a la 3a posición del mundial con 8 podios y 1 victoria. Pero ese fue el año en que irrumpió un monstruo a su lado. Max Verstappen se llevó el protagonismo pese a puntuar menos, sobre todo al llevarse la victoria en su carrera de debut. Ricciardo aún le ganó el duelo a Verstappen en el 2017, pero en el 2018 ya se produjo el sorpasso. Éste fue el último año de Ricciardo en Red Bull, oficializando el cambio de liderazgo en la escudería austríaca.

El siguiente paso del de Perth fue Renault, en un nuevo intento de la marca del rombo por reflotar su proyecto en la F1, especialmente después de perder a Red Bull como equipo cliente insignia. El primer año fue mediocre, abonado a la media mesa sin poder brillar. La segunda temporada fue mucho mejor pasando de 54 a 119 puntos, sumando 2 podios. Esto le valió el interés de McLaren, que buscaba un piloto con experiencia en lo más alto para acompañar al talento inexperto de Lando Norris.

McLaren luchaba por la 3ª posición del mundial con Ferrari y Ricciardo, aunque puntuaba con regularidad no conseguía seguir el ritmo de su compañero y sus rivales. Todo pareció dar un giro a la vuelta de las vacaciones, con un inesperado doblete de McLaren con el australiano volviendo a la victoria por primera vez desde el último año con Red Bull. Ciertamente en la parte final de la temporada hubo mejores resultados, pero la regularidad desapareció, terminando a 45 puntos de su compañero de equipo (160-115) y con Ferrari ganando la 3ª posición del campeonato de constructores.

Pero lo peor estaba por llegar, su peor temporada desde los años de Toro Rosso, agravada por el hecho de que el monoplaza tenía claramente más ritmo. completamente dominado por su compañero de equipo, al que sólo pudo superar en 4 de 22 carreras, terminando el duelo en 122-37 puntos. Esto sentenció a Ricciardo, junto a ser un piloto con prestigio, lo que supone unas peticiones salariales más altas.

Ricciardo volverá a Red Bull como piloto de pruebas, con vistas a tener otra oportunidad en el futuro. Al menos, su marcha no habrá significado la pérdida de representación australiana en la categoría reina del automovilismo, ya que su sustituto en McLaren es el también australiano Oscar Piastri.