En un campeonato tan parejo y tan importante como el DTM, cada punto vale muchísimo, y en especial en esta temporada de infarto (del 1° al 5° sólo hay 20 puntos de diferencia) las jugadas en equipo se empiezan a hacer notar y se intensificarán durante el resto de temporada.

Un consistente Marco Wittmann lidera el Deutsche Tourenwagen Masters en su 17° temporada, por encima de los Audi de Jamie Green y Edoardo Mortara. Por parte de Mercedes, Robert Wickens y Paul Di Resta son los que mejor se sitúan en el campeonato.

El resto se encuentra relativamente lejos, aunque dentro del grupo de «el resto» se encuentran pilotos que ganaron carreras, como: Nico Müller, Timo Glock, Miguel Molina y Lucas Auer. Pero el resto de los pilotos al parecer paulatinamente irán compitiendo con la opción en mente de ayudar a sus compañeros de equipo mencionados anteriormente puesto son los que pelean el campeonato -a priori-. Muestras de tal situación ya se vivieron en las dos fechas pasadas.

En Norisring, Lucas Auer, la revelación del campeonato ayudó claramente a Paul Di Resta. A Lucas Auer se le negó la pelea por la victoria en Norisring por un error de su equipo de Mercedes en su pit stop. Rápidamente alcanzó a rodar cerca de la punta y tenía ritmo para alcanzar a Nico Müller, pero en lugar de adelantar a Di Resta -que tenía el coche dañado-, prefirió dedicarse a defender la posición, y expresó:

«Al final hemos tenido un resultado muy sólido para Mercedes-Benz. Paul tiene más puntos en el campeonato y era lo más seguro. Es arriesgado adelantar en un circuito urbano».

Ulrich Fritz, de Mercedes eplicó: «Paul habría quedado sin defensa contra los perseguidores. Así que tengo el mayor respeto por Lucas».
En las dunas de Zandvoort también ocurrió algo similar, esta vez Jamie Green agradeció públicamente a sus compañeros de Audi.
La victoria de Jamie Green en Zandvoort en la carrera 2 fue clave: colocó británico al segundo lugar en la clasificación de pilotos como escolta de Marco Wittmann. La ayuda durante la secuencia de pit stops le permitió ganar cuando iba a la caza de Robert Wickens y Gary Paffett.

«Creo que la clave fue adelantar a Daniel Juncadella. Tenía DRS y le pude pasar a la curva 1, de lo contrario me hubiera costado mucho tiempo. Luego habían unos pocos Audi a los que no me costó adelantar, por lo que debo agradecer a ellos por no ralentizarme cuando estaban en diferentes estrategias».

Las jugadas en equipo son válidas, y los actuales beneficiados por las mismas, son pilotos que por méritos propios han llegado a estar en la parte superior en la tabla de posiciones. Cazar a Marco Wittmann luce difícil, considerando la consistencia espectacular que muestra, ¿Hará lo mismo BMW para beneficiar a Marco? Probablemente sí, pero el año pasado justamente el «punto débil» de BMW fue que se repartieron las victorias entre muchos pilotos, y el campeonato terminó siendo peleado por Jamie Green, Pascal Wehrlein, hasta Ekström y Mortara, pero ningún BMW.