Un fallo en la estrategia de Ferrari provocó la frustración de Charles Leclerc, que no pudo ganar el GP de su país, Mónaco.
El pasado domingo vivimos el Gran Premio de Mónaco, carrera en la que siempre es muy importante la estrategia, ya que es complicado adelantar. La victoria se la llevó el piloto mexicano, Checo Pérez tras un fallo en la estrategia de Ferrari con Charles Leclerc.
La estrategia de carrera estaba clara: pasar de neumáticos de lluvia extrema a secos. Eso hizo Carlos Sainz que se lo comunicó por radio a su equipo. Pero Checo Pérez hizo lo contrario, montó el neumático intermedio y en una vuelta mejoró siete segundos el tiempo de la mejor vuelta. Tras la parada de Checo, Ferrari reaccionó tarde y montó goma intermedia en el coche de Leclerc.
Lo peor llegó en la vuelta 21 cuando le dijeron al piloto monegasco que entrara a boxes para montar neumáticos de seco, pero entró al mismo tiempo que Carlos Sainz. Cuando los ingenieros se dieron cuenta le dijeron a Leclerc que se quedara fuera, pero ya era demasiado tarde. Vista la situación, Leclerc se frustró y lo hizo notar en la radio.
Leclerc volvió a pista en la 4º posición detrás de los dos Red Bull y de Carlos Sainz. Este fallo le costó grave a Ferrari, ya que no pudo lograr el triunfo ni el doblete. Además, el piloto monegasco criticó la estrategia de su equipo: “Era muy temprano para poner los de seco. Pusimos los intermedios, pero perdimos una posición. Luego hubo un malentendido, me encontré a Carlos delante. Fueron muchas decisiones equivocadas y en tu carrera de casa, es difícil de digerir”, declaró Leclerc después de la carrera.
Al menos el piloto monegasco pudo romper su mala racha y acabó la carrera de su país, algo que nunca había hecho anteriormente.