Álex Palou partía como uno de los favoritos para las 500 Millas de Indianapolis, hasta que un enorme golpe de mala suerte lo dejó sin opciones

Palou firmó una clasificación espléndida

Álex Palou, piloto de Chip Ganassi Racing, llegaba con opciones a todo al pasado 29 de Mayo, en la edición número 106, de las 500 Millas de Indianapolis, debido al gran estado de forma de su equipo, y el gran estado suyo, que destacaba junto a Scott Dixon sobre el resto de sus compañeros, aún estos firmando buenas actuaciones durante todas las sesiones preparativas de la carrera grande de Estados Unidos, Álex consiguió clasificar en segunda posición, solo por detrás de un espléndido Scott Dixon, que fue inalcanzable el día de la clasificación, batiendo el récord histórico de Scott Brayton que databa de 1996, como pole position más rápida en una edición de las 500 Millas de Indianapolis, a pesar de ello, Álex, con una gran posición de cara a la carrera, decía que tenía muchísima confianza en su ritmo de carrera.

Álex Palou junto a su equipo de mecánicos, del Chip Ganassi Racing, tras la sesión de clasificación del Fast Six. Fotografía por John Cote.

En el día de la carrera, todo pintaba muy bien, pero en las 500 Millas, todo puede pasar

Llegó el día marcado a fuego por cada piloto de la IndyCar, el día de las 500 Millas de Indianapolis, Palou salía en segunda posición, y rápidamente se colocó en el liderato, tras adelantar a un Scott Dixon algo conservador en la salida, ya que aquí, en la salida no ganas nada, solo puedes perder la carrera, tras esto Dixon perdió posición también con Rinus VeeKay, que más tarde tendría un accidente, en la vuelta 7, Dixon recuperó posición, y junto a Palou, estuvieron «jugando» a los relevos, es una táctica de equipo usada en óvalos, donde los pilotos se turnan en primera y segunda posición, para darse rebufos entre sí, y conseguir ahorrar gasolina, pues bien, Dixon estuvieron con dicha táctica que les permitió parar en las vueltas 30 y 31 respectivamente.

Álex Palou seguido de Scott Dixon, durante las 500 Millas de Indianapolis. Fotografía por Karl Zemlin.

En la vuelta 70, llegó el desastre para Palou

Tras volver a estabilizarse las posiciones después de las paradas, Palou y Dixon volvieron a las dos posiciones de cabeza, siguiendo la misma estrategia que en el primer stint, ya que luchar aquí es inútil, no hay nada que ganar, la carrera se juega en las últimas 50 vueltas, y ambos lo saben perfectamente, llegaba rápidamente el final del segundo stint, y en la vuelta 68, Scott Dixon entró a boxes, y de repente, justo cuando Álex Palou iba a entrar al boxes, Callum Ilott tuvo un fuerte accidente en la vuelta 70, que hizo desplegar el pace car con su correspondiente bandera amarilla.

Desastre absoluto para Álex Palou, ya que las reglas de la IndyCar estipulan que, si sale una amarilla, el pitlane se cierra (igual que en la Fórmula 1 durante 2007 y 2008, cuando salía el Safety Car), con un coche vacío de gasolina tras pasar por el pitlane sin parar, debió de recurrir a la vuelta siguiente al servicio de emergencia, el cual es entrar al pitlane estando cerrado, cargando la cantidad mínima de gasolina para aguantar hasta que se abra, pero el daño ya estaba hecho, con dos pasos por el pitlane, llegó un tercero cuando se abrió cambiando neumáticos y repostando, por si no fuera poco, un cuarto paso por el pitlane llegaría en la vuelta siguiente, en forma de penalización, por entrar en la calle de boxes cuando estaba cerrada, un desastre absoluto que lo dejó en la relanzada en la posición número 30.

Por delante quedó una remontada que le hizo salvar los muebles en el campeonato

En la vuelta 77 de 200, se reanudó la carrera, con Palou en la posición 30, obviamente, todo es posible en las 500 Millas de Indianapolis, Juan Pablo Montoya ganó en 2015 tras estar último en las vueltas iniciales de la carrera por un incidente, pero entre que los kits aerodinámicos actuales no permiten adelantar como en aquella época, y necesitar algo de suerte, demasiado pudo hacer Palou, con alguna que otra resalida donde remontó varias posiciones, y alargando sus paradas para recortar tiempo, el Barcelonés acabó noveno, en una carrera que podría haber luchado hasta el final con su compañero, Scott Dixon, que acabó el 21 tras sufrir una sanción por superar el límite de velocidad en el pitlane, Tony Kanan pudo acabar tercero, junto con Marcus Ericsson salvando a Chip Ganassi triunfando, colocándose líder del campeonato, un campeonato del que Álex salvó los muebles con su remontada, ya que se encuentra a la misma distancia del anterior líder respecto a la que entró en las 500 Millas, a solo 14 puntos, así que Álex sigue optando a todo, pero Indianapolis ya le debe una, veremos si el año que viene puede redimirse, y poder luchar por la victoria hasta el final.